¿Tiene salvación el ecosistema del Lago Victoria?
2 de octubre de 2012El documental “La Pesadilla de Darwin” fue nominado para el Oscar en 2004. Sin embargo, fue también objeto de muchas críticas. El documental presentó una imagen negativa de la industria pesquera de la perca del Nilo en el Lago Victoria, así como de sus efectos socio-económicos y ecológicos en la región. Yunus D. Mgaya, catedrático de la Facultad de Ciencias Acuáticas en la Universidad tanzana Dar Es Salaam, habla en su entrevista con Global Ideas sobre las reacciones que causó el documental y sobre la situación actual del Lago Victoria.
Mgaya colaboró en el Proyecto de Gestión Medioambiental del Lago Victoria ("Lake Victoria Environmental Management Project”), que estudió las especies de peces en el Lago Victoria. Hoy en día, es miembro de la Sociedad de Conservación de la Fauna en Tanzania ("Wildlife Conservation Society of Tanzania") y asesor de la Asociación Medioambiental de Tanzania ("Environmental Association of Tanzania").
Global Ideas: Señor Mgaya, el documental “La Pesadilla de Darwin” fue presentada por primera vez en 2004 y recibió tanto elogios como críticas. ¿Consideró que estaban justificados?
Yunus D. Mgaya: Creo que el documental presentó varios datos importantes pero al mismo tiempo se cometieron errores también. El documental planteó la situación del Lago Victoria de una forma un poco exagerada. Sobre todo, en lo que refería a lo socioeconómico, los autores mostraron solamente una cara de la moneda. Ni siquiera hicieron el esfuerzo de dar un informe objetivo.
¿Qué le faltó concretamente al documental?
No presentó ninguno de los efectos positivos que se dieron con el boom de la perca del Nilo en los años noventa. Sólo mostraron prostitutas y niños que recogen restos de pescados. Sin embargo, la pesca y exportación de la perca del Nilo trajo mucho dinero para la gente de la región y a los países colindantes al lago.
La perca del Nilo fue introducida en las aguas del Lago Victoria en los años cincuenta. El problema es que la perca se alimenta de los peces endémicos del lago. Pero esa no es la única causa de la desaparición de las diferentes especies de peces en el lago.
Más de 200 especies han desaparecido de las aguas del lago desde que la perca fue introducida. Pero hay que mencionar que, paralelamente, la calidad del agua se ha ido deteriorando cada vez más con el paso del tiempo. La concentración de nitratos y sulfatos se ha incrementado significativamente, lo cual favoreció la multiplicación de algas. Las especies de peces que se alimentan de estas algas se han multiplicado, y las otras han perecido.
La calidad del agua se deterioró por una mala gestión de los recursos naturales y de la agricultura en la región, ya que no se adaptó adecuadamente al crecimiento de la población. Además, no había la infraestructura para la disposición y el tratamiento de aguas residuales. Todas las ciudades en la cuenca del Lago Victoria han vertido sus aguas residuales en el lago.
Ya en los años noventa, representantes de Kenia, Tanzania y Uganda se reunieron para mejorar la situación socio-económica y ecológica del lago y sus alrededores. En 1996, los gobiernos pusieron en marcha el Proyecto de Gestión Medioambiental del Lago Victoria, que también recibió subvención del Banco Mundial. Existen medidas que apuntan a reglamentar mejor la pesca y la silvicultura, tanto a nivel local como nacional. Por ejemplo, se logró aminorar un poco el problema de las aguas residuales. En 2004, cuando se filmó el documental, la composición del agua y los nutrientes disponibles en el lago estaban ya mejorando paulatinamente. El documental no habló de eso y pasó por alto todos los efectos positivos del proyecto.
Pero ¿es posible que este planteamiento tan dramático haya servido para mejorar la situación del lago?
El documental provocó diversas reacciones. El gobierno, por ejemplo, encargó un documental propio como respuesta. Además, se puso en marcha un proyecto donde participaron la Universidad Dar Es Salaam y el Instituto de Tanzania de Investigación de Pesquerías (Tanzania Fisheries Research Institute), entre otros, con el objetivo de estudiar el ecosistema del Lago Victoria. Los resultados del estudio están en impresión ahora.
El documental “La Pesadilla de Darwin” trajo consigo publicidad negativa, pero también tuvo un efecto positivo: Tanzania entró en el foco de la agenda global. Lógicamente, todo lo que afecte negativamente a la industria pesquera de la perca del Nilo será positivo para el ecosistema del lago. Ese es un punto de vista. Sin embargo, las personas para quienes la perca es su fuente de su sustento lo ven de manera distinta.
¿Pero, en qué condiciones se encuentra el ecosistema del lago? Un análisis reciente del Proyecto de Gestión Medioambiental del Lago Victoriaadvierte que todos los seres vivos habrán desaparecido del lago en 30 años. ¿Cree que es una visión realista?
Es un cálculo estimado, un escenario que se podría hacer realidad si no logramos mejorar la calidad de las aguas y no detenemos la continua contaminación por las aguas residuales provenientes de las viviendas y las fábricas.
La deficiente calidad del agua ya lleva años así, pero no parece afectar a la perca del Nilo.
La perca es el depredador principal de todas las otras especies de peces. Actualmente, en relación a la biomasa, la perca es aún la especie predominante. Pero la calidad de la biomasa ha cambiado drásticamente. En los años noventa, era muy fácil pescar una perca de 200 kilos. Hoy en día, la perca pesa entre 10 y 20 kilos. Es decir, que los peces que se extraen ahora son significativamente más pequeños que antes. Lo cual es un fuerte indicio de la sobrepesca y que los peces ya no tienen suficiente tiempo para desarrollarse hasta el momento en que las redes los atrapan.
Si eso no cambia, entonces los peces extraídos serán cada vez más pequeños. Si bien no se extinguirán, dejarán de ser útiles para la pesca y la exportación, es decir que ya no servirán como fuente de ingresos.
¿Sería positivo para el lago si la perca del Nilo desapareciera?
Esa es una pregunta que se plantea con frecuencia. ¿Por qué no nos encargamos de quitar la perca del Nilo de las aguas del lago e intentamos restaurar el ecosistema y devolverlo a su estado anterior al auge de este pez? En vista de las consecuencias socio-económicas de tal medida, no faltarán personas que la consideren descabellada. La perca ha traído muchos beneficios económicos, pero se necesita una regulación adecuada para la pesca. Por ejemplo, una cuota pesquera.
Entrevista: Johanna Treblin / CS
Redacción: Lydia Aranda