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El jugoso comercio de emisiones tóxicas

9 de diciembre de 2002

La compra venta de derechos de emisiones tóxicas se ha convertido en el centro de atención de las negociaciones de protección ecológica. Alemania podría ahorrar hasta 500 millones de euros anuales.

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En Bruselas se negocian las bases para el comercio de emisiones tóxicas.Imagen: Bilderbox

La industria alemana podría beneficiarse fuertemente del comercio de emisiones, con ahorros de cerca de 500 millones de euros anuales, como producto del comercio que comenzará a funcionar a partir del 2005 a nivel de la Unión Europea. Según un estudio realizado por la organización ecologista WWF, del Instituto Ecológico Alemán y el Instituto Alemán de Investigación Económica, especialmente la rama de energía eléctrica se vería beneficiada del comercio de emisiones tóxicas, justamente una de las áreas que hasta el momento han rechazado con vehemencia este tipo de herramienta.

Compra venta de permisos

La base del comercio de emisiones es la compra venta de certificados de dióxido de carbono. Las empresas recibirán certificados de contaminación dependiendo del área al que pertenezcan. En estos certificados se determinará cuanto dióxido de carbono pueden emitir. Aquellas empresas que produzcan menos contaminación de lo que se les permite, podrán vender sus excedentes; mientras aquellas que produzcan más podrán comprar los excedentes con lo que evitarán cualquier tipo de multa. La venta compra se realizará como en cualquier bolsa de valores.

Los ministros de ecología y medio ambiente de los países integrantes de la Unión Europea se han reunido en Bruselas para discutir sobre las condiciones marco para el comercio de estas emisiones. Bruselas pretende cumplir con los requisitos previstos en el Protocolo de Kyoto, que prevé que la Unión Europea reduzca las emisiones que producen el efecto invernadero hasta el 2012 en un 8% frente a 1990.

Temen fuga de empresas hacia EE.UU.

Este estudio es el primero que investiga las consecuencias financieras que tendrá el comercio de emisiones para Alemania y analiza los costos en relación a las obligaciones ecológicas de la industria. Las empresas alemanas deberán ahorrar hasta el 2010 un total de 45 millones de toneladas de CO². Según el estudio la compra de derechos de emisión a empresas extranjeras, le saldría mucho más barato a las empresas alemanas que modernizar sus instalaciones para hacerlas más ecológicas. Hasta el momento muchas industrias alemanas, a la cabeza el gigante químico BASF, se oponen a la introducción de estos certificados. Temen la fuga de empresas hacia Estados Unidos, que no se ha comprometido ha reducir el monto de emisiones en volúmenes tan elevados, o hacia las naciones del este europeo, en donde el Protocolo de Kyoto no tiene vigencia.

Según el estudio presentado, este tipo de temores es infundado y exhorta a la industria a no seguir bloqueando las negociaciones. El gobierno alemán deberá presentar a la Comisión de la Unión Europea un plan hasta finales de marzo del 2004, de cómo prevé poner en práctica el sistema en Alemania. En primer lugar deberá determinar cuál es el monto de contaminación que deberá ahorrar cada industria, y cuántos certificados de CO² se tendrán que repartir.