El impacto de la victoria de Orbán en Europa
9 de abril de 2018
El aplauso de la derecha europea no se hizo esperar. Los líderes populistas de derecha europeos, la francesa Marine Le Pen y el holandés Geert Wilders, felicitaron con rapidez al ganador de las elecciones generales húngaras, Viktor Orbán. También la alemana Beatrix von Storch, de Alternativa para Alemania (AfD): "¡Un mal día para la UE, un buen día para Europa!”, dijo.
Los líderes políticos de la UE, por su parte, se tomaron más tiempo para felicitarlo. Después de que este lunes estuviera claro que Orbán había obtenido los mejores resultados de todos sus mandatos, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, hablará con el antiguo y nuevo primer ministro húngaro este martes. "La UE es una unión democrática y de valores”, dijo el portavoz de Juncker, Margaritis Schinas, en Bruselas. Orbán criticó duramente a la UE y a la Comisión Europea durante la campaña electoral y les reprochó haber originado una "invasión de inmigrantes”.
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Merkel ve controversias
La canciller alemana, Angela Merkel, quien felicitó de mala gana al mandatario húngaro, resaltó la unión entre ambos países, pero considera que habría "controversias” en cuanto a la cooperación, dijo el portavoz de Merkel, Steffen Seibert.
La UE se ha querellado contra Hungría, Polonia y la República Checa porque se niegan, en contra de la decisión del Tribunal Supremo, a aceptar refugiados procedentes de Grecia e Italia. Los 28 estados miembros de la UE están actualmente negociando un futuro sistema de distribuición y un procedimiento de asilo europeo. Hasta ahora, desde la perspectiva de Bruselas, Hungría y Polonia están bloqueando cualquier compromiso. "No será nada fácil negociar", especula Stefan Lehne, experto europeo de la Fundación Carnegie en Bruselas. Viktor Orbán "será uno de los socios más duros a la hora de negociar", dice Lehne, pero "no podemos excluir el hecho de que se pueda llegar a un acuerdo”. Al fin y al cabo, la Unión Europea y Angela Merkel tienen un medio para ejercer presión: el dinero. Hungría depende de la financiación de la UE para lograr el crecimiento económico. En estas semanas comienzan las negociaciones presupuestarias para los años posteriores a 2021 y hasta 2027, en las que se distribuirá un total de casi un billón de euros.
Seehofer, en cambio, ve en Orbán a un socio
El Ministro del Interior alemán, Horst Seehofer, se mostró, al contrario que la canciller, bastante satisfecho con el éxito de Orbán. "Estoy contento por la victoria electoral. Es una repetida victoria electoral muy clara", dijo Horst Seehofer. La "cooperación" continuará entre los conservadores bávaros y el partido de Orbán.
Stefan Lehne, de la Fundación Carnegie, opinó que la votación por mayoría sobre la redistribución de refugiados en 2015 fue "perfectamente legal", pero aparentemente inviable: "Las decisiones, según la opinión pública de los Estados que no lograron tumbarlas, no tienen legitimidad". Ahora se deberá tratar de llegar a un consenso. "Incluso si se logra tener éxito en algunos puntos, la existente división persistirá", escribe Stefan Lehne en un análisis.
"Amarga victoria del populismo”
El jefe del grupo del Partido Popular Europeo (PPE) del Parlamento Europeo, Manfred Weber (CSU), felicitó a Orbán, señalando que le complace "continuar trabajando con el fin de encontrar soluciones comunes ante los desafíos europeos". El partido de Orbán forma parte del Grupo PPE. Weber no respalda las acusaciones de otros grupos políticos de que Orbán está convirtiendo su Estado en una estructura autoritaria. Los Verdes, por el contrario, hablaron de un "día triste” en el Parlamento Europeo. A su juicio, el Estado de derecho en Hungría está amenazado, por lo que exigen el inicio de un proceso penal en virtud del artículo 7 del Tratado de la UE. La eurodiputada del Partido Socialdemócrata (SPD), Sylvia Yvonne Kaufmann, también opinó que se trata de "otra amarga victoria del populismo a expensas de las personas que buscan protección".
Si sumamos los votos del partido de Orbán, Fidesz, con los del partido de ultraderecha Jobbik, casi el 70 por ciento de los húngaros votó por los xenófobos y populistas euroescépticos.
Bernd Riegert (RMR/ER)
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