El hombre detrás del mito del Barón Rojo
22 de abril de 2008Por el color de su avión llamaron Barón Rojo a Manfred von Richthofen, que antes de morir a los 25 años derribó unos 80 aeroplanos aliados. Su vida se convirtió en material de leyenda. Un nuevo largometraje acerca del Barón Rojo que salió a las salas de cine este mes en Alemania ha revivido esta heroica imagen.
Joachim Castan fue el primer historiador en acometer una biografía acerca de este famoso personaje. Castan, biógrafo y documentalista, invirtió 3 años en la investigación para este proyecto obteniendo, por primera vez, acceso exclusivo a ciertos documentos y correspondencia privada. El libro llamado Die ganze Geschichte, la historia completa, fue publicado en el año 2007 y pone al descubierto su complejo carácter.
DW-WORLD: En el curso de su investigación, ¿cambió la imagen que tenía usted del Barón Rojo?
Joachim Castan: Tengo que admitir que la imagen que yo tenía de von Richthofen antes de la investigación era la del último caballero de los aires en una guerra inhumana e industrializada, un héroe de los duelos aéreos. Al sumergirme en el material me di cuenta que existía un gran mito, según el cual von Richthofen obligaba a los pilotos enemigos a aterrizar; tiraba a los aviones enemigos pero se aseguraba de que, en lo posible, el piloto sobreviviera. De esta manera, todo tenía el carácter de una contienda deportiva, que determinaba quién era el mejor piloto.
Resulta que esta fue la imagen creada por la propaganda alemana en 1917. Requerían de un héroe joven y guapo que animara a una sociedad relativamente desmoralizada. La imagen del noble solitario en los cielos fue retomada a partir de los años 20 del siglo XX por Estados Unidos, que a su vez necesitaba vender una noción romántica del combate aéreo.
¿Y cómo era el hombre que usted descubrió?
Completamente diferente. Sin duda era muy valiente, ambicioso, pero también frío. Su meta era derribar tantos aeroplanos como fuera posible. En sus propios escritos consta: “Nunca me subo a un avión por diversión, mi objetivo es la cabeza del piloto y quizá la del observador, si es que hubiera uno”.
No creo que von Richthofen se hubiese descrito a sí mismo como un héroe. Cumplía con el deber de defender su patria. Al mismo tiempo satisfacía su pasión por la caza. Desde los 11 años, gracias a su padre, fue un apasionado cazador. Objetivo, tiro, destruir el objetivo: su amor por la caza se tradujo a los aires.
Tampoco pienso que haya sido un asesino. Von Richthofen reflexionaba acerca de sus actos. Escribió por ejemplo que se sentía muy mal cuando no estaba de servicio. Solía llegar a casa y encerrarse en su habitación por horas, sin querer hablar con nadie. A mediados de 1917 se dio cuenta de que los alemanes perderían la guerra. Para mí es un personaje trágico, que pelea fanáticamente, sin remordimientos, en una guerra perdida.
¿Qué lo llevó a ser la persona que fue?
Su madre era terriblemente ambiciosa y no pensaba demasiado en su marido. Él se retiró joven y hizo carrera como oficial. Todas las ambiciones familiares, entonces, se invirtieron en el hijo mayor, Manfred, y en el segundo, Lothar, que también fue piloto de bombardero. El joven Manfred fue enviado a los 11 años a la Escuela Militar Prusiana, que convertía a los niños en soldados, sin peros ni condiciones. El aspecto intelectual estaba bastante descuidado. Lo primero era la función de soldado.
Es muy interesante: si usted se fija en el desarrollo personal de von Richthofen notará que todo en su vida funcionó de ese modo. Un año antes de su muerte comenzó a recapitular; creo que se dio cuenta que había entrado en un callejón sin salida.
Usted asevera que el mito del Barón Rojo fue creado en 1917 en aras de levantar la moral de la población. ¿Por qué revive ahora esta figura? ¿Cuál es el interés actual?
En Alemania, actualmente, se reflexiona acerca de héroes, héroes de guerra y se está repensando la postura. La participación en la guerra de Afganistán hubiese sido impensable hace 10 años. Al mismo tiempo se está calibrando la idea de volver a otorgar medallas al valor. Para Alemania ésta es un momento muy especial, debido a su historia, al Tercer Reich y al nacionalsocialismo.
En otros países como Francia, Gran Bretaña y Reino Unido existe el culto al héroe. En Alemania dejó de existir en 1945. Creo que ahora está surgiendo una nueva tendencia favorable a los héroes, a verlos como ejemplo, como modelos militares para hacer el conflicto militar socialmente aceptable.
¿Qué le parece a usted el retrato del Barón Rojo que se muestra en la película de Nikolai Muellerschoen?
La película revive, parcialmente, el mito de von Richthofen. Lo convierte en una figura radiante que llega al pacifismo a través de su amor a una enfermera. Es la imagen actual del héroe: una persona en conflicto que, de cierta manera, no tiene culpa. Otros son responsables de la guerra, los malvados. Actualmente, esta distinción a la gente le gusta mucho.