El futuro es rápido, móvil e inalámbrico
18 de marzo de 2004Parece ya el cuento del pastorcito mentiroso y el lobo: todos los años las empresas del ramo de las telecomunicaciones anuncian en la CeBIT, la feria de computación más grande del mundo, que la tercera generación de la telefonía móvil UMTS (Universal Mobile Telecommunications Systems) entra en acción. Este año también lo han anunciado. Y todo parece indicar que el lobo esta vez sí que viene.
El primero en llegar
Vodafone es la primera empresa telefónica en abrir la puerta a UMTS, desde febrero, en Alemania. En caso de ser cierto, los clientes de Vodafone podrán surfear por internet a toda velocidad desde su portátil, gracias a una tarjetita. Si bien la empresa no ha querido hablar de números, su jefe se muestra optimista en cuanto a ganar clientes para la nueva tecnología, pues el precio de tanto confort tecnológico no es exagerado: 22 euros la hora. Los fabricantes de equipos también han dado su paso adelante: en diciembre de 2003, Siemens puso en el mercado su primer teléfono móvil con UMTS. Por el módico precio de 1049,- euros.
UMTS versus GPRS
Si se compara ambas tecnologías -la nueva UMTS versus la ya casi vieja GPRS (General Packet Radio System)- la diferencia la marca la rapidez: 115 kilobits contra 2,5 megabits por segundo. Si con GPRS bajar un mensaje electrónico en el teléfono móvil era cosa de horas, con la flamante UMTS no habrá diferencia entre estar en casa o en camino, por lo menos en cuanto a surfear, ver un trocito de la película antes de entrar a la sala de cine, o escuchar un nuevo cd. Todo indica que esto último será lo que dictará la pauta en el mercado: no sólo si uno puede irse con su música a otra parte, sino si puede bajar su música mientras se va a otra parte. Y eso con la comodidad, el diseño, la calidad gráfica y la rapidez del ordenador que se tiene en casa.
Una entrada cara
Las empresas que ofrecen servidores buscan desesperadamente nuevas aplicaciones para su flamante tecnología UMTS. La inversión de 50.000 millones de euros en licencias tiene que ser rentable. Y que no todas lo logran se nota en el hecho de que dos ya han tirado la toalla: Telefónica -que quería ganar el mercado alemán bajo el nombre de Quam- y MobilCom. Al parecer, pagaron demasiado caro la entrada al mundo del UMTS: 8500 millones de euros por cabeza.
¿Acta de defunción sin haber vivido?
Y pesar de que apenas empieza a existir, la tecnología UMTS ya tiene a la puerta la siguiente que firmará su acta de defunción: W-LAN (Wireless Local Area Network), tecnología inalámbrica para redes de área local. En Alemania, la ex monopolista Telekom va a la cabeza. Supuestamente, en los próximos meses creará 10.000 "hotspots", puntos de acceso. Teniendo el equipo adecuado, desde un café, el aeropuerto o las estaciones de servicio, desde el ordenador portátil se podrá entrar a la red. Y eso -si no se encuentra a más de 50 metros del conmutador más cercano- a una velocidad de 54 megabits por segundo. Una velocidad que el UMTS nunca llegará a tener, dicen los entendidos.
Los que han logrado permanecer en el mercado tienen cifradas sus esperanzas en la CeBIT. Esta feria debe dar la señal de partida en la carrera hacia jugosas ganancias en un mundo que conjugue comunicación, movilidad y rapidez. Y lo que es más: sin molestos y antiestéticos cables.