El futuro de los chips: más rápidos, más pequeños, más complejos
19 de noviembre de 2006Presente en la vida diaria dentro del reproductor Mp3, teléfono móvil, o cámaras digitales, el chip se ha convertido algo imprescindible en nuestros días. Sin embargo, muchas son las ideas que tratan de robarle el monopolio. Aunque no todas con éxito.
IBM ya presentó el modelo "milpiés" (Millipede) en la feria de Hannover acaparando gran atención. El nuevo dispositivo es capaz de almacenar 20 DVDs en una superficie menor que un sello de correos. Millipede usa miles de puntas de espesor manométrico que penden de un sistema de vigas. Estas puntas son tan afiladas que acaban en un solo átomo.
A través del efecto calor, estas puntas crean marcas en una delgada película de plástico, que a su vez recubre el silicio que se usará para almacenar los datos. La profundidad de las marcas es sólo de 10 nanómetros, es decir, diez veces más pequeñas que las partículas magnéticas tradicionales.
Pero la viabilidad de este modelo en un futuro frente al tradicional chip todavía está por verse. Incluso los científicos de IBM todavía no han determinado prototipo perfecto para salir al mercado: ni el número óptimo de "pies", ni su resistencia a altas y bajas temperaturas.
Modelos futuristas
El medio del futuro tendrá que competir además con la tecnología convencional de silicio que ya se ha pasado a la nanotecnología. Modelos de 65 nanómetros ya se están produciendo y actualmente se estudian otros más pequeños de 10 nanómetros.
También la tecnología de los nanotubos de carbono que ya existen desde hace años podría hacerle sombra al Millipede. Cuando fueron descubiertos por científicos japoneses, estos nanotubos eran el futuro de la nanotecnología. Sin embargo, la producción en cadena ha resultado un problema y todavía siguen en proceso de investigación.
Prototipos naturales
Pero la tecnología sigue buscando la solución del futuro para almacenar y transmitir los datos. Y lejos de inventar algo nuevo, en muchos de los casos se inspira en la naturaleza como en Millipede. Así repararon los científicos en el medio de almacenamiento de datos por excelencia desde hace millones de años, el ADN, que a base de cálculos complejos ha conseguido encontrar soluciones para un gran problema: la supervivencia.
Y hacia esa dirección se pueden encaminar las nuevas investigaciones. En lugar de los ceros y unos del sistema binario, los cuatro componentes de ADN podrían ser usados para el cálculo. En principio ya existen computadoras basadas en el ADN y teóricamente sería posible usarlas en el día a día.
Su principal ventaja sería que para resolver problemas complejos generan todas las posibles soluciones de una vez. Humanos y la mayoría de los ordenadores electrónicos deben resolver los problemas uno a uno. Sin embargo, para tareas fáciles como el tratamiento de textos no sería efectivo.
Además todavía son necesarios muchos avances para que estos prototipos lleguen al mundo terrenal. Con el ADN, no siempre está asegurado que el resultado del cálculo sea correcto. Muchas veces hace lo que quiere.
Cuantas más operaciones esté resolviendo al mismo tiempo, más crecen las posibilidades de que los cálculos no sean correctos. Y con tanta posibilidad de error, más vale malo conocido que bueno por conocer. Así que por ahora el futuro seguirá en manos de los chips. Eso sí: cada vez más rápidos, más pequeños y más complejos.