Lenguas sin Fronteras
21 de septiembre de 2009“Lenguas sin Fronteras”, es un proyecto bandera del Instituto Goethe, en cooperación con diversas instituciones culturales, en el entendido de que la multilingüalidad es una pre-condición para el diálogo intercultural, la diversidad cultural y una exitosa integración europea. Un proyecto en el que han participado unos 30 Institutos Goethe en diversas ciudades del mundo durante los dos últimos años.
En la Academia de las Artes de Berlín, una de las instituciones participantes, se reunieron expertos en distintas disciplinas para debatir sobre el significado y la utilidad de la multilingüalidad en la vida política, cultural, económica y científica.
Tres lenguas en Europa
El proyecto tuvo como patrocinador a Leonard Orban, comisario europeo para la multilingüalidad. El funcionario rumano se ha propuesto que el acuerdo pactado por los jefes de Estado y de gobierno de la UE en el 2002 para promover la multilingüalidad se traduzca en el dominio de la lengua materna más dos lenguas extranjeras.
El proyecto ha tenido tres pilares: la política de promoción de la multilingüalidad, la didáctica al promover el uso de varias lenguas así como la multilingüalidad y el arte. La iniciativa "Lenguas sin Fronteras", fue llevada a través de varios proyectos a los Institutos Goethe en varias capitales del mundo, desde Tel Aviv hasta Turín, desde Osaka hasta Bratislava.
Unserdeutsch: lengua creol
Entre los 30 distintos proyectos que integraron la iniciativa “Lenguas sin Fronteras”, figuró una obra teatral titulada “Unserdeutsch: un cuento documental de Oceanía”. En la obra tomó parte Harry Hoerler, un hombre de 66 años, proveniente de Papua Nueva Guinea, que es uno entre un centenar de personas en todo el mundo que habla un lenguaje llamado Unserdeutsch, el único idioma Creol que tiene el alemán como base.
Surgió durante el período colonial en el siglo XIX y hoy es una entre alrededor de 800 lenguas que todavía se hablan en el país ubicado en la parte oriental de la isla de Nueva Guinea.
“Desde la primera generación todos en Papua Nueva Guinea hablaban por lo menos tres lenguas, pero luego llegaron a dominar cuatro o cinco”, afirma el lingüista proveniente de dicho país, Craig Alan Volker. “Empezaron hablando Unserdeutsch, pero luego aprendieron el alto alemán y en las posteriores generaciones inglés.
Medio de integración
Por su parte Anil Bhatti, profesor de germanística proveniente de Nueva Dehli, afirma que todo esto puede confirmarse históricamente. “La experiencia que hemos tenido en la India nos ha enseñado que la multilingüalidad es ventajosa”, explica.
Piet van Avermaet, de la Asociación de prueba de lenguas en Europa (ALTE, según sus siglas en inglés), advierte por su parte que hay una doble moral en relación a los migrantes. “Sólo en las lenguas oficiales se promueve la multilingüalidad, no así las lenguas maternas de los migrantes, pese a que ya son parte de la diversidad lingüística en Europa desde hace mucho".
Un estudio realizado por encargo de la Comisión Europea en el 2006 advierte que las empresas pequeñas y medianas pierden alrededor de 945.000 pedidos debido a un deficiente conocimiento lingüístico. El profesor Jürgen Bolten exhorta por ello a que se establezca un sistema que premie a los empleados que se interesen por otras lenguas. Un sistema de bonos que podría incluso estar apoyado por la Unión Europea.
Autora: Ricarda Otte, Eva Usi
Editora: Claudia Herrera Pahl