El extraño retorno de Pavel

Tres factores se conjuntaron para el regreso de Pavel Pardo al Club América de su país, terminando así con una exitosa etapa de dos años y medio en el fútbol alemán. El primero fue la oferta misma a cargo del conjunto azteca. Más que las cifras, que por sí mismas parecen convenir a la prosperidad del mediocampista, está el “plan a largo plazo” que el volante mencionó en sus primeras declaraciones al respecto, en la prensa mexicana.

Pavel cobrará muy bien en el América pero, sobre todo, parece abrirse la puerta a una no menos exitosa carrera como directivo azulcrema una vez que termine su trayectoria como jugador.

Terminó en la banca

Pero no fue el único factor. De igual modo, pesó en la decisión el cambio de director técnico en el Stuttgart. Armin Veh, el estratega que trajo a Pavel y a Ricardo Osorio a la Bundesliga, fue cesado hace unas semanas ante el pobre desempeño del equipo en el presente torneo.

El nuevo entrenador, Markus Babbel, dejó en claro que no habría complacencias para nadie ante el mal rumbo que lleva el conjunto de Suabia, que contabiliza 25 puntos con siete partidos ganados, cuatro empates y seis derrotas. Y habló con acciones: en los últimos dos partidos con el Stuttgart, Pavel figuró como reservista en un hecho que hubiera resultado impensable con Veh.

Babbel las calificó como “decisiones difíciles”, refiriéndose a los casos de Pardo y del defensor holandés Khalid Boulahrouz, pero se mostró decidido a llevarlas a cabo.

El tercer y último factor fue el interés de Pavel por retornar a México, hecho que había quedado de manifiesto desde antes del inicio de la presente campaña de la Bundesliga.

En Alemania, preguntas

Por lo demás, en México se festeja el traspaso mientras que en Alemania aún quedan muchas preguntas por responder. Como puede apreciarse en foros especializados (por ejemplo, la página www.transfermarkt.de), la afición y los analistas germanos no se explican bien a bien qué llevó a Pardo a renunciar de modo tan súbito a su presencia en el fútbol alemán, donde era respetado.

Los medios alemanes han hablado poco acerca de este traspaso. Pero cuando lo han hecho, han dejado pistas que hablan de la relampagueante resolución del destino de Pavel Pardo en el fútbol alemán.

El periódico Kicker señalaba, por ejemplo, que el volante tenía apenas un mes de haberse mudado a un mejor departamento en el centro de Stuttgart. ¿Lo hubiera hecho si pensaba ya regresar a tierras mexicanas? Y la pregunta esencial, ¿por qué decidió Pavel irse, en vez de intentar una conciliación?

América y Stuttgart, un solo idioma

Como quiera que sea, está claro que el conjunto suabo no opuso mayor resistencia a las intenciones de Pardo: no realizó demandas exageradas pese a la conocida generosidad de algunos clubes mexicanos a la hora de pagar por jugadores que les interesan; además, concedió la fulminante rescisión del contrato de Pavel, claro, a cambio de una suma.

Por si fuera poco, Stuttgart emprendió de inmediato la búsqueda de otro mediocampista, pese a que tiene en el alemán Sami Khedira a un talento emergente que es toda una realidad a largo plazo.

El final de la etapa alemana en la carrera de Pavel Pardo, en todo caso, fue tan intempestivo como armónico. Y también algo extraño. Hasta la fecha, ni siquiera se sabe si el volante regresará a Alemania a despedirse de la afición que siempre le brindó simpatía y apoyo.

No se esperaba que culminara de este modo la estancia del jugador mexicano con mayor presencia en la Bundesliga. Pero el fútbol a veces es así: una ecuación en la que la edad, los ingresos y las perspectivas a futuro se calibran con inflexible precisión teutona.