Espectacular acceso del Museo de Historia Natural de Londres
28 de agosto de 2024El Museo de Historia Natural de Londres transformó la entrada de sus visitantes en un paseo didáctico que cuenta los 2.700 millones de años del planeta, desde los remotos orígenes de nuestro mundo hasta la actualidad, con especial mención a los dinosaurios.
El acceso al emblemático edificio, en el centro de Londres, deja de ser un tiempo muerto y se convierte en una experiencia educativa, para los curiosos ciudadanos que le visitan a diario, que resume de forma interactiva la evolución natural del planeta.
"Es complicado tratar de explicar un tiempo tan remoto. El número en sí, 2.700 millones de años", reconoce a EFE Keith Jennings, director de proyectos de la prestigiosa galería.
En aquel entonces la vida en la Tierra era "sólo microbiana, no había plantas ni animales tal y como los conocemos ahora", explica Jennings.
El sendero está flanqueado de rocas milenarias y distinta vegetación como helechos, que ilustran la época en la que se destruyeron los bosques de carbón -en el Pensilvánico-, debido al incremento en el planeta del dióxido de carbono, instruye el experto.
Cada metro andado representa unos cinco millones de años de la historia de nuestro planeta, que sufrió erupciones volcánicas y la extinción de la vida un par de veces.
Entre dinosaurios
En la mitad del camino se erige una enorme réplica del esqueleto de un dinosaurio Diplodocos, como muestra de la importancia de aquellos gigantescos reptiles que gobernaron la Tierra durante doscientos millones de años en la era Mesozoica.
'Fern', que así se llama el herbívoro saurópodo, de unos veintidós metros de largo y cuatro de alto, capta la atención de miradas y 'selfies' de los visitantes.
Adultos y niños caminan a su alrededor e incluso "pasan por debajo de él, algo que no pueden hacer en el museo” lo que permite imaginar cómo eran de grande, dice su director de proyectos.
Los visitantes descubren que compartían vida con peces y mamíferos, como una diminuta criatura parecida a una musaraña que está escondida en el jardín, antes de que el impacto de un meteorito los extinguiese y cambiase el transcurso de la historia hace 66 millones de años.
ee (efe, The Guardian)