El día en que nadie reconoció al "Che" Guevara
14 de junio de 2018"Esta es la historia de un fracaso". Así, Ernesto "Che" Guevara, que cumpliría 90 años este jueves 14 de junio, comienza su relato sobre el movimiento guerrillero que ayudó a organizar en la República Democrática del Congo en 1965, dos años antes de ser abatido en la selva boliviana.
Esta historia, que aparece en el libro "Pasajes de la guerra revolucionaria", se convirtió, como otras de sus derrotas políticas, en apenas una nota al pie en la biografía del líder guerrillero, pero gana una nueva perspectiva en la boca de Víctor Dreke, un general retirado de 81 años que fue subcomandante del médico argentino en la primera operación de Cuba en apoyo a los movimientos de liberación africanos.
Reconocido por su actuación en la Lucha contra Bandidos (1959-1965), como se conoce a la operación contra los opositores financiados por la CIA, Dreke servía en el Ejército Central, en la ciudad de Santa Clara, cuando recibió una propuesta que lo llevaría de vuelta al frente. Aceptó participar sin saber de qué se trataba.
"Debían ser negros, muy negros"
El pedido era del mismísimo Fidel Castro: debía comandar una misión especial y reclutar a 100 jóvenes soldados que viajarían con rumbo desconocido. "Había una instrucción importante: debían ser negros, muy negros. Cuando oí aquello, lo encontré un poco racista", cuenta Dreke en la embajada cubana en Bruselas.
Dreke comenzó, entonces, a recorrer los cuarteles de la región. Él ya tenía a sus elegidos. "Los conocía bien. Con algunos luché en la guerrilla. Eran 10, 12 años juntos", recuerda. El veterano subraya que la adhesión al plan era voluntaria. Quien aceptaba debía decir a su familia que se iba a un entrenamiento a la Unión Soviética. Por algunas semanas, los 100 hombres se prepararon en una zona alejada, sin luz eléctrica y donde eran frecuentemente visitados por Fidel.
En la víspera de la partida, una sorpresa: Dreke fue informado que no estaría más al mando de la operación. Por orden de Fidel, dejaría su lugar a un comandante llamado Ramón, de quien el experimentado militar jamás oído hablar.
"Pensé que era un soviético, porque éramos pocos comandantes en aquella época, y yo no conocía a ningún Ramón. Me pareció extraño, pero acepté sin reclamar", comenta Dreke.
Ese mismo día, fue llevado a una casa donde estaba José María Tamayo, o "Papi", el jefe de la misión. Era el "Che” Guevara, en una versión muy distinta a la del "Guerrillero Heroico”, el retrato que hizo de él Alfredo Korda en 1960 y que hasta hoy se estampa en camisetas.
"(Usaba) un corte de pelo muy conservador, unos bigotes grandes y negros y un vestido de paño oscuro, muy británico, con un cuello duro de banquero y una corbata de colores serios", escribió el colombiano Gabriel García Márquez en la revista Algarabía, en un raro relato sobre el disfraz del "Che” Guevara para la ocasión.
Sentado en la sala, Dreke intentaba entender qué sucedía, mientras que "Ramón" revisaba papales en compañía de Osmany Cienfuegos, hermano de Camilo, el tercer mayor ícono de la Revolución Cubana. Luego, ambos se acercaron a Dreke. El hermano de Camilo insistió en que el nuevo comandante no era un extraño. "Usted lo conoce, coño", exclamó.
"Compañero, nunca lo había visto", respondió Dreke. Solo entonces Guevara se presentó y llamó a su subordinado por su sobrenombre. "Cuando supe quién era ese señor totalmente desconocido, me puse más firme", cuenta Dreke.
Sin darse cuenta, el futuro general pasaba un examen impuesto por Fidel a los hombres que mejor conocían a Guevara. Era importante que ni ellos se reconocieran entre sí cuando se disfrazaban. Como estaba listo para pasar a la clandestinidad, el régimen temía que Guevara fuese capturado, ejecutado y que su muerte fuera atribuida al Gobierno.
El 1 de abril de 1965, el trío formado por Ramón, Dreke y Tamayo inició un viaje rumbo al Congo en vuelos comerciales. Con pasaportes falsos, pasaron por Moscú, capitales de Europa Oriental, Argelia, El Cairo y Nairobi, hasta llegar a Dar es Salaam, entonces capital de Tanzania,
Desde allí tomaron rumbo hacia el lago Tanganica, ruta de travesía hacia el Congo. Junto con 11 combatientes que se sumaron al grupo en Tanzania, desembarcaron al sudeste del Congo el 24 de abril. Se acordó que, en un primer momento, Dreke se presentaría como el jefe y Guevara sería el "doctor Tatu", médico y traductor.
"El ‘Che' hablaba francés y un poco de todos los dialectos. En las primeras reuniones, él traducía lo que yo decía. Sin entender el idioma, yo pensaba: no dije todas esas cosas", dice Dreke, entre risas.
No fue una elección gratuita. Era, al contrario, cómodo para el Che. "El no se hizo famoso allí como guerrillero, sino como médico. Como hacen los nuestros en la isla y en otros países, salía por la mañana para visitar los lugares y distribuía los pocos medicamentos que teníamos entre los lugareños", cuenta Dreke.
"La historia de un fracaso".
Después de siete meses, tras constatar la poca unidad de los soldados africanos y la pérdida de apoyo internacional, el Che decidió, a regañadientes, cerrar la primera misión internacional del régimen cubano. Pero envió una carta a Fidel Castro diciendo que Víctor Dreke "era uno de los pilares en los que confiaba".
Tras dejar África, los compañeros no siguieron el mismo camino. Guevara mantenía vivo el deseo de exportar la revolución y organizó una nueva expedición. Esta vez a Bolivia, donde fue capturado y ejecutado diez meses después de su llegada, en octubre de 1967.
La relación de Dreke con África se mantendría. En los años venideros, lideró misiones exitosas en las guerras de liberación de Guinea-Bissau, Cabo Verde y la República de Guinea.
Autores: Gabriel Vasconcelos / João Soare (DZC/CP)