El "Davos de las mujeres": poder femenino en Berlín
13 de junio de 2007En los consejos de administración de 200 grandes consorcios mundiales, sólo el 11,2% de los directivos son mujeres, desvela un estudio llevado a cabo por los organizadores del evento. Muchas empresas adornan sus puestos de mando con un solo nombre femenino: las mujeres se ven aisladas en un campo en el que ellos son la gran mayoría. Y aún así las mujeres logran éxitos que, a pasos lentos pero constantes, van haciendo virar el sentido de las cifras.
Mujeres que deciden
Ni una sola mujer se sienta en el consejo de administración de Telefónica (España), PDVSA (Venezuela) o Petróleos Mexicanos (México). Tampoco la alemana Daimler Chrysler tiene directivas, pese a que curiosamente patrocina la Cumbre Mundial de la Mujer. La Deutsche Post y el Deutsche Bank son dos de las compañías germanas que mayor confianza depositan en las decisiones femeninas.
Irene Natividad también es mujer, filipina y presidenta de la Cumbre. Ella se ha encargado de presentar el informe que habla sobre el papel de la mujer en las altas esferas empresariales. Natividad observa cierta mejoría. "En los últimos tres años ha aumentado en un cuatro por ciento el número de consorcios que tienen al menos una mujer en el consejo directivo", dice.
Las empresas estadounidenses disponen del mayor número de ejecutivas. En Europa, Gran Bretaña, con un 13,9% de mujeres en puestos de poder, es el país que mejor nota saca. Le siguen Holanda (12,2%), Alemania (10,9%) y Suiza (9,5%).
Ranking de igualdad
Ellas sí lo han conseguido: ejercen cargos de responsabilidad en gobiernos, sus decisiones tienen peso en la economía y su voz es influyente en cuestiones sociales. Las mil participantes de Cumbre Mundial de la Mujer se encuentran en Berlín porque creen que es del mismo sexo de quien más pueden aprender. El evento quiere ser un punto de encuentro y un lugar para el intercambio de ideas la discusión sobre los problemas que afectan a mujeres y niñas. Es el "Davos de las mujeres".
Las féminas han conquistado algunas facultades y ciertas profesiones, pero las jefaturas aún se les resisten y, en muchos casos, siguen estando peor remuneradas que sus colegas hombres. A ello se añade, sobre todo en los países europeos aquejados de un descenso crónico en la natalidad, la presión social que sobre las mujeres se ejerce: la mujer también debe ser madre, y si alguien se queda en casa para ocuparse de los hijos, por lo general suele ser ella.
El Foro Económico Mundial lleva a cabo un ranking sobre la situación de la igualdad de sexo en el mundo, tendiendo en cuenta factores económicos, políticos, de acceso a la formación y a la salud. En 2006, la lista la encabezaban los países escandinavos. Alemania ocupa el quinto lugar, España el 11. En el número 22, Colombia es el país latinoamericano más equitativo, un puesto por encima de Estados Unidos. Peor puntúan Chile (78), Ecuador (82) y Bolivia (87).
Algunas propuestas
Siguen existiendo muchos ámbitos en los que las mujeres no han llegado a alcanzar el estatus que se concede al hombre. La religión es uno de ellos: Nerva Cot Aguilera ha sido nombrada la primera obispo anglicana de América Latina. Y la palabra "obispa" ni siquiera existe.
En España, el Congreso ha aprobado que en las monedas (el euro dispone de una cara que cada país diseña a su gusto), también aparezcan mujeres. Pero más relevante ha sido, en lo que a este tema afecta, la recientemente aprobada Ley de Igualdad, que obliga a las empresas de más de 250 trabajadores a equiparar el peso entre hombres y mujeres en los discutidos consejos de administración.
Los noruegos han elaborado una base de datos para facilitar el acceso a los nombres de mujer que sean propicios para ocupar altos cargos. Y en algunos sectores alemanes ha recibido buena acogida una propuesta italiana de gravar el trabajo femenino con menos impuestos. Con ello se espera animar por la vía del mejor sueldo a que sean los hombres quienes se queden en casa cuidando de los hijos, mientras ellas luchan por sentarse en la directiva.