El cine boliviano repunta
10 de febrero de 2010El World Cinema Fund junto con el Festival de Cine de Berlín o Berlinale, han financiado desde el 2004 más de 70 proyectos de cine provenientes de África, Latinoamérica, Asia y Medio Oriente. En la última convocatoria este fondo alemán de fomento del cine eligió sólo dos proyectos de Latinoamérica. Uno de ellos es el documental boliviano “Fuera de Lugar”, enfocado en el drama de las cárceles y dirigido por el orureño Diego Mondaca. El joven realizador ya había incursionado anteriormente con bastante éxito en el cine documental con “La Chirola”. Una producción ambientada igualmente en un presidio boliviano que contaba las desventuras de un recluso. Con “La Chirola” Mondaca ganó incluso una veintena de premios en renombrados festivales de cine de Estados Unidos, Francia, España, Brasil, Cuba, Holanda, Chile y Argentina. DW-World conversó con el director.
¿Cuál es el mensaje de su documental Fuera de Lugar?
Fuera de Lugar, especula, usando como técnica un aparente desorden expositivo, sobre las conjeturas, memorias y disquisiciones que el hombre actual confronta, ya sean dentro de la sociedad o mirándose en el espejo de una tragedia individual.
En Fuera de Lugar narramos la vida de una familia dentro del penal de San Pedro, en La Paz. Tratamos de reflejar la convivencia que existe dentro del penal, la comunidad que se generó ahí dentro al permitir el ingreso de esposas e hijos de los internos a convivir con ellos. El penal de San Pedro, al tener una arquitectura típica de conventillo –casonas tipo español- y al no ser una cárcel que cumpla con los íconos tradicionales de un centro de detención, nos permite realizar una comparación entre la vida de una familia dentro del penal y construir una especie de espejo de la sociedad boliviana. Sus expresiones de vida y de fe, nuestra cultura comunitaria que hizo posible una organización casi impensada, pero que existe a pesar de la marginación física y el prejuicio punitivo que se cierne sobre estos internos.
Fuera de Lugar surge como una necesidad de entender cuestionamientos y emociones que fuimos experimentando en nuestro primer filme, La Chirola. Entendimos que el re-encuentro como ser humano, la sensibilidad adquirida por Pedro Cajías de la Vega (protagonista de La Chirola) venía de sus experiencias vividas dentro de la cárcel, adentro, donde los estados emocionales fluctúan y le hacen renacer, además de generarle un constante debate interno entre sus ideas preconcebidas, prejuicios, y la realidad que esta viviendo. Es ahí precisamente, entre ese debate de realidad-ficción que Pedro encuentra el sentido de su existencia y es ahí donde surgen nuevos cuestionamientos que nos impulsan a generar Fuera de Lugar.
¿Por qué las producciones bolivianas son tan escasas?
Las producciones bolivianas han tenido últimamente un repunte importante por la influencia de la tecnología digital. Esto representa una suerte de democratización de un medio, un formato, que gracias al interés de mucha gente, especialmente jóvenes, que se vuelcan a intentar, experimentar nuevas formas de expresión. Este es un avance, pero un avance incompleto. Ya que lamentablemente en Bolivia las producciones carecen de un nivel profesional, de calidad narrativa y técnicas que nos permitan asentar una propuesta audiovisual.
Otro de los problemas fundamentales dentro del esquema de producción cinematográfica en Bolivia es la falta de contactos y relaciones internacionales con fondos y productoras que puedan impulsar de forma importante a nuevas propuestas y directores. A esto se suma al desconocimiento de nuestros cineastas en el exterior, lo que disminuye su posibilidad de acceso a co-producciones, por ejemplo. Además el Estado Boliviano, tradicionalmente ausente y/o poco claro en sus políticas culturales, no ha sabido canalizar los fondos de fomento para las artes, y menos para el audiovisual. No solamente un fomento para la producción sino también, una política de “formación”. También faltan incentivos estatales para poder generar escuelas que sean gestoras de nuevas generaciones de cineastas.
¿Cómo fue que postulaste para el World Cinema Fund?
Cuando comenzamos a desarrollar este nuevo proyecto, Fuera de Lugar, también comenzó una carrera por encontrar fondos y a la vez la mejor manera de poder desarrollar nuestra propuesta. Buscábamos desarrollar nuestro proyecto y también tener libertad creativa y proyectarnos dentro del circuito del cine mundial. En estos términos el premio de la Berlinale “World Cinema Fund” representa un gran aliento para nosotros, no solamente económico, sino que también profesional.
¿Qué temas son los que aborda el cine boliviano?
Temas costumbristas, el racismo, la migración. Las coincidencias y/o distancias entre las diferentes culturas y grupos sociales. La discriminación. Estos son los temas recurrentes dentro del cine boliviano y que son también temas candentes de un panorama social agitado y cambiante como el que vivimos desde hace ya más de 15 años.
A mí en cambio me interesan los temas y fenómenos que nos van ahogando. La desesperación ante realidades que pretendemos entender y combatir. Una de ellas, es esa pérdida del sentido, del que nuestra generación es presa. Pérdida del sentido de la vida; donde todos hacen lo que les dicen que tienen que hacer o todos hacen lo que la mayoría hace, perdiendo de esta manera la capacidad individual de encontrar metas y motivos para vivir. La soledad, los sueños, los prejuicios, el individualismo y esquemas culturales que entorpecen al ser humano son otros de los temas que me interesa mostrar en mis documentales.
¿Dónde concentras tu atención a la hora de rodar un documental?
Quizás nos centramos más en el subconsciente de lo que los personajes sienten. El cómo hacer visible el diálogo interno del que nacen las ideas y las acciones del hombre. A veces somos muy silenciosos y ese diálogo del silencio es el que suele esconder muchas de las respuestas que, a pesar de tenerlas, no las escuchamos con la suficiente atención. En nuestros documentales se ve una manipulación constante y muy presente, lo que no quiere decir que descuidemos la espontaneidad que surge dentro del proceso de filmación.
Autora: Pamela Schulz
Editora: Emilia Rojas