El carnaval vuelve por fin a Río de Janeiro
Tras la pausa obligatoria por la pandemia, las carrozas y los bailarines se mueven de nuevo por el sambódromo. Las escuelas de samba rinden homenaje a la herencia africana y también critican al presidente de Brasil.
Sambódromo repleto de gente
Las gradas del sambódromo, diseñado por Oscar Niemeyer en la década de 1980, ha servido de hogar a los sintecho y de centro de vacunación durante la pandemia. En 2021, el sistema de salud de Brasil colapsó debido a los contagios por coronavirus. Con una tasa de vacunación del 76 por ciento, el país está volviendo lentamente a la normalidad. Y el sambódromo vuelve a pertenecerle a los bailarines.
Respeto por la vida, pero también hacia los muertos
"Solo los que son bailarines de samba saben lo importante que es para nosotros volver a pisar este suelo sagrado", dice Rafaela Teodoro, bailarina de la escuela de samba Imperatriz, al corresponsal de ARD en Río de Janeiro. Aquí también se recuerda a los muertos por coronavirus: "Con respeto hacia todas las vidas que hemos perdido en estos dos años. Hoy lo damos todo por todos ellos".
Auyentar a los fantasmas de la pandemia
La economía de la metrópolis del carnaval se resintió por la cancelación de los desfiles. Según cifras oficiales, hasta 45.000 puestos de trabajo dependen de los desfiles. Ahora el país va en camino de recuperarse. Según la Asociación Hotelera, el 78 por ciento de los hoteles en Río de Janeiro está reservado durante la temporada de carnaval de 2022.
Creativo y crítico con el presidente del país
Martinho da Vila, uno de los representantes más influyentes del samba y presidente de honor de la escuela de samba Vila Isabel, es el invitado en la carroza de la escuela. El músico, de 84 años, ha compuesto numerosos sambas. En sus artículos y columnas se ha autodenominado vocero de la comunidad afrobrasileña y ha sido crítico con el presidente brasileño, Jair Bolsonaro.
Racismo: pasado, pero también presente
Resistencia: los motivos de la esclavitud son el hilo temático que recorre este carnaval en Río de Janeiro. También trata sobre la lucha de los afrobrasileños por preservar su cultura, historia y religiosidad. Como en 2019 y 2020, las escuelas adoptan una postura crítica hacia el gobierno de Bolsonaro, que está alimentando el odio y la intolerancia con muchas de sus declaraciones.
Carnaval, la pura alegría de vivir
Además de las críticas sociales, la alegría que reina este año es muy especial. El carnaval regresó a Río con colores y sonidos que vuelven a estimular la imaginación. Conmovida, la bailarina de samba Ana Paula Varca dijo a la agencia DPA: "¡Esta alegría! Terrible que no haya carnaval". Pero también reconoce que "este carnaval de ahora no es el que conocemos".