El carnaval del dinero

El que festeja necesita bastante alcohol, alojamiento y muchos viajes en taxi. El consumo empieza ya antes de las fiestas: la compra de disfraces y las reuniones de las asociaciones carnavalescas aumentan las cifras de venta. La "Confederación Alemana de Carnaval" estima que el poder adquisitivo de la totalidad de los participantes asciende a mil millones de euros al año, sólo en una ciudad como Colonia.

3 millones de visitantes

Algunos datos: el carnaval asegura 3000 puestos de trabajo; se calcula que por estas fechas se venden unos 300.000 disfraces y se realizan unas 100.000 de visitas al peluquero y unos 450 000 viajes en taxi. Cifras impresionantes, que la ciudad de Colonia no ha actualizado desde hace algunos años. Josef Sommer, director de la oficina de turismo de Colonia, dice que no se debe subestimar la importancia económica que tiene el carnaval: "Hay tres millones de visitantes, sólo por carnavales. Ellos consumen muchísimo."

Se estima que cada persona que visita las sesiones carnavalescas gasta en total 160 euros en la entrada, la bebida, la comida y algún recuerdo.

Según las asociaciones carnavalescas de Colonia, en las diferentes fiestas de la ciudad se gastan 25,5 millones de euros. Con ese dinero se paga a los humoristas, que cobran en promedio 1.300 euros por una presentación de 15 minutos, y al conjunto de música que cuesta sobre 2.200 euros. En Colonia no se habla de estas sumas, pero todo el mundo las conoce.

Condecoraciones caras

Las asociaciones gastan en conjunto hasta 41.000 euros en condecoraciones, detalle típico de la vestimenta carnavalesca alemana. Además tienen que invertir dinero para el servicio de seguridad, la ambulancia, los baños, la limpieza y un permiso especial del ayuntamiento. Un presupuesto anual de 500.000 euros es algo muy normal. El disfraz tiene un papel decisivo en el carnaval alemán. Los habitantes de Colonia gastan en total 30 millones de euros en tales atuendos. La recesión económica general parece no afectar a este sector. Así lo confirma también Frank Schröder, director de una de las tiendas más grandes de artículos para carnaval. Hace poco, Schröder tuvo que ampliar su negocio porque había mucha demanda, y no sólo en esta época: "La gente se disfraza también en otras ocasiones como Christopher Street Day, Loveparade y Halloween", dice Schröder y agrega: "yo creo que en una mala situación económica, es cuando la gente más quiere disfrutar y celebrar."