El berrinche del chileno Marcelo Díaz
7 de diciembre de 2015
“Mi intención es irme, la decisión ya está tomada”. Las declaraciones de Marcelo Díaz al diario Die Welt cayeron muy mal en Hamburgo, donde no esperaban que el futbolista chileno hiciera público un diálogo que marchaba en privado, así como tampoco contaban con que el actual campeón de la Copa América se tomara la libertad de poner al club “entre la espada y la pared” cuando apenas lleva 10 meses en él.
Los suplentes también cobran
En Alemania existe comprensión para el descontento de Marcelo Díaz, quien obviamente quiere jugar más de lo que hasta ahora ha podido. Aún así, lo que en Hamburgo no entienden es cómo el chileno pone sus intereses personales por sobre los del equipo para el cual trabaja, y que le paga su salario convencido de que podrá contar con él cuando lo necesite.
Así por lo menos lo dejó muy claro el entrenador Bruno Labbadia cuando dijo “Aún tenemos dos fechas por jugar en la Bundesliga antes de la pausa invernal y no es el momento para que venga alguien a colocar su situación individual por encima de las metas del club. No sirve de nada venir a decir que uno se quiere ir. Aquí es donde se le paga el salario y por eso Marcelo debe pensar en lo que le sirve al equipo”.
Por eso, independientemente del deseo del jugador chileno, el Hamburgo tiene la última palabra. Y al respecto el club alemán ha manifestado que la puerta está abierta para que Díaz se vaya, pero ello solo ocurrirá si la oferta por su ficha llena las expectativas financieras y generan suficiente dinero como para encontrarle al chileno un remplazo de la misma jerarquía.
"Yo no quiero dejarlo ir, y además tampoco soy amigo de contratar nuevos jugadores en el invierno. Va ser difícil sustituir a Marcelo, pero al final dependerá de cuánto dinero están dispuestos a pagar otros clubes por él”, explicó Labbadía.
De regreso a Chile
La afición del Hamburgo va a extrañar a Marcelo Díaz, un jugador al que le tomó un cariño especial pues fue gracias a un gol de tiro libre del chileno que el equipo logró conservar la temporada pasada su cupo en la primera división del fútbol alemán. Aún así, todo indica que la relación terminará pese a que no alcanzó a completar ni un año.
La razón principal de la pronta despedida es una combinación de factores deportivos y emocionales. Por un lado, como indicó el entrenador del Hamburgo, Díaz “no es la mejor pareja para Lewis Holtby, y no siempre se trata de qué tan bien juega un futbolista, sino de cómo armoniza con su compañero, y el mejor dúo lo forman Holtby y Gideon Jung”. Labbadia justifica así mantener al chileno en el banco de suplentes en beneficio del fútbol que le ofrece Lewis Holtby, a quien ha convertido en el eje de su equipo.
Por otra parte, a Marcelo Díaz lo tienta la idea de volver a la Universidad de Chile, donde su entrenador a partir del 2016 sería alguien que lo quiere tener a su lado, que desea confiarle un papel importante en el equipo, y a quien conoce muy bien: Sebastián Beccacece, el exayudante del seleccionador Jorge Sampaoli, campeón de la Copa América. Lo que aún queda por aclarar es si el club chileno podrá pagar la millonaria suma que valdría la ficha de Marcelo Díaz, quien está vinculado al Hamburgo con un contrato hasta junio de 2017.