El autócrata, ¿pasó a la historia?
24 de marzo de 2011Año tras año van pasando los técnicos por los equipos de la Bundesliga: casi siempre las mismas caras con escudos diferentes. Pero en los últimos tiempos está forjándose una nueva tendencia. Entrenadores frescos y desconocidos aparecen en el panorama futbolístico alemán o, como lo define Frank Wormuth, director de la Escuela de Técnicos de la Federación Alemana de Fútbol en Colonia, “las competencias sociales juegan cada vez un papel más destacado”.
“Igual que sucede con los futbolistas, los entrenadores están dejando de ser lobos solitarios al estilo de [Stefan] Effenberg o [Lothar] Matthäus”, dice Wormuth. En este proceso, cada club sigue su propio camino. Robin Dutt, del SC Freibug, o Marco Kurz, del Kaiserslautern, llegaron por ejemplo a la primera división de la Bundesliga con el ascenso de sus equipos. “Para mí vale lo mismo que para cualquiera de mis jugadores”, reconoció Kurz tras el cambio de categoría, “todos nosotros tenemos que demostrar que servimos para estar en primera”.
Las exitosas aventuras del Maguncia
Pero existen otras vías. Sobre todo los clubes pequeños que no pueden permitirse grandes nombres se arriesgan a echar mano de personajes sin fama que los avale. En el Maguncia, por ejemplo, aseguran darle prioridad a técnicos modernos y con ideas nuevas, como en su día Jürgen Klopp u hoy Thomas Tuchel, ex entrenador del primer equipo juvenil.
“Eso demuestra la valentía del Maguncia”, comenta su manager, Christian Heidel, “y si además la cosa sale tan bien como en esos dos casos, entonces queda claro que se tomó la decisión correcta. Y eso nos alegra”. El Maguncia ha solventado en esta edición de la Bundesliga la mejor primera ronda de su historia, conquistando a los hinchas con once victorias y un puesto europeo al llegar al descanso invernal.
¿La hora del “entrenador conceptual”?
Continuidad, paridad con el desarrollo general del equipo y métodos modernos son las cualidades que ofrece el llamado “entrenador conceptual”. Fue Ralf Rangnick -recientemente fichado por el Schalke 04- quien le dio forma a esta definición; Volker Finke -durante su etapa en el Freiburg- quien la acuñó. “Hay entrenadores con planes a corto plazo y entrenadores con planes a largo plazo”, explica Wormuth, “yo diría que el ‘entrenador conceptual’ es el que tiene un plan a largo plazo”.
Es decir, que los dirigentes en solitario y los reyes absolutos del vestuario están pasados de moda. Ahora se llevan los conceptos generales, las estructuras duraderas y los entrenamientos que incluyen conocimientos extraídos de las escuelas de deporte. Thomas Tuchel, quien nombra a Rangnick como la persona que más le influenció como técnico, buscó consejo en los neurólogos: “queremos saber un poco más acerca de cómo aprendemos los humanos. Eso lo aplicamos después a los entrenamientos”.
Imágenes, repeticiones, pocas palabras
A sus 37 años, Tuchel y sus tácticas recaudan halagos por doquier. “Es un técnico absolutamente magnífico”, dijo de él Joachim Löw, el seleccionador nacional alemán, “es joven, es innovador, no le tiene miedo a los riesgos. Y, sobre todo, sus ideas son conceptuales. Me gusta mucho como trabaja”. El secreto es, si se cree al propio Tuchel, muy sencillo: “mostrar imágenes, repetirlas y no hablar tanto”.
De la cantera al primer equipo
También de la propia cantera procede Frank Schaefer, que entretanto conquista éxitos con el 1. FC Colonia. El haber entrenado durante años a los jugadores y conocerlos bien puede ser una ventaja, reconoce Wormuth. Lo mismo sucede con Marco Pezzaiuoli, sucesor de Rangnick al frente del TSV Hoffenheim y empleado anteriormente en el ámbito juvenil de la Federación Alemana de Fútbol.
El recurrir a un técnico desconocido está por lo tanto dejando de ser una mera solución de emergencia para clubes en apuros. “A veces hasta me llaman de los equipos para preguntarme si sé de entrenadores jóvenes que hayan destacado en las categorías juveniles”, revela Wormuth, “en cuanto se dan un par de casos positivos, los demás se atreven”.
Autora: Olivia Fritz/ Luna Bolívar
Editor: Pablo Kummetz