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El apego al poder de los presidentes latinoamericanos

20 de diciembre de 2019

Los diarios germanoparlantes comentan el anuncio de Evo Morales de que quiere volver a Bolivia, los planes de Argentina para pagar su deuda, la vuelta de Cristina Kirchner al gobierno, y la invasión de EE. UU. a Panamá.

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Evo Morales en México. (14.12.2019).
Evo Morales en México. (14.12.2019).Imagen: picture-alliance/Zumapress/El Universal

“La eterna lujuria por el poder”, titula el periódico alemán Süddeutsche Zeitung acerca del anuncio de Evo Morales de que volverá a Bolivia: “Evo Morales quiere regresar a Bolivia, pero el destino de los políticos latinoamericanos que han huido muestra que un retorno rara vez tiene éxito. 25 años y tres presidencias más tarde, Evo Morales está exiliado en Argentina. (…). La huida y el exilio son un destino típico, casi un patrón que se repite en los jefes de Estado latinoamericanos. La excepción es que un expresidente pueda relajarse y retirarse. Como regla general, cuanto más popular era un político durante su mandato, más fuerte lo golpea después la ira de quienes estuvieron relegados por demasiado tiempo. Eso es lo que también vivió Luiz Inácio Lula da Silva, en Brasil, quien fue sentenciado a largos períodos en prisión después de dos mandatos, en un endeble proceso de corrupción. (…). Para muchos presidentes latinoamericanos, su sentido de misión se ha vuelto fatal. Los sistemas presidenciales sólidos, modelados en los Estados Unidos, deberían estabilizar la política, y también son una concesión al culto al caudillo, que está muy extendido en América Latina. Pero también parecen consolidar el deseo de mantener el poder, o recuperarlo si se lo pierde. (…)”.

“Argentina quiere una rápida conversión de la deuda”, escribe el rotativo alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung: “Argentina quiere pagar sus deudas, pero por el momento no puede. Con ese mensaje, el ministro argentino de Economía, Martín Guzmán, confirmó que el país sudamericano aspira a lograr una reestructuración de su deuda pública de más de 300.000 millones de dólares. Y que el Gobierno ya ha iniciado conversaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y con otros acreedores. El Gobierno anterior del expresidente Mauricio Macri ‘dejó al país en una situación de default virtual’, dijo el nuevo presidente argentino, Alberto Fernández, durante la ceremonia de asunción del cargo. Según subrayó Guzmán el miércoles (19.12.2019), Argentina ‘se encuentra en una grave crisis económico-social’. Más del 40 por ciento de los argentinos vive por debajo del umbral de la pobreza, la inflación supera el 50%, y la economía se ve amenazada por la recesión por tercer año consecutivo, luego de que el Producto Interno Bruto per cápita se redujo en los cuatro años de gobierno de Macri en más del 10%. (…)."

Bombardeo estadounidense y combates en el barrio de El Chorrillo, en Ciudad de Panamá. (21.12.1989).
Bombardeo estadounidense y combates en el barrio de El Chorrillo, en Ciudad de Panamá. (21.12.1989).Imagen: picture-alliance/Everett Collection/Spec. Morland

Martín Guzmán vivió desde 2008 en EE. UU., antes de ser convocado para formar parte del Gobierno, y fue colaborador del Premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz en la Universidad de Columbia, donde investigaba cómo hallar soluciones al endeudamiento estatal. (…) La presidenta del FMI, Kristalina Georgieva, felició al nuevo presidente el martes y le aseguró que el FMI quiere seguir ayudando a Argentina ‘a reducir la pobreza y a impulsar el crecimiento sostenible’. Sin embargo, el Gobierno argentino no quiere tomar nuevos préstamos, explicó Guzmán, al menos ‘no para pagar vencimientos de deuda’. El ministro argentino de Economía dijo que Argentina tampoco emitirá una cantidad excesiva de dinero, porque eso desestabilizaría la economía. ‘Presentaremos nuestro propio programa’, aclaró, y ‘sobre esa base negociaremos con el FMI y con los demás acreedores’. Todo indica que Argentina pedirá importantes concesiones a los acreedores privados. Economistas argentinos elogiaron los anuncios del nuevo ministro como ‘lógicos y sensatos’."

“Kirchner está de nuevo en el poder”, señala el diario suizo Neue Zürcher Zeitung: “Los argentinos siempre estuvieron profundamente divididos en lo que respecta a la figura de Cristina Fernández de Kirchner. Cerca de un tercio de las ciudadanas y ciudadanos del país se consideran seguidores convencidos de la expresidenta, y un sector de igual magnitud no puede ni verla. El hecho de que, a partir del 10.12.2019, vuelva a ocupar un cargo en la Casa Rosada -aunque sea el de vicepresidenta- es debido, y no en último término, a su habilidad política. (…) Una gran mayoría de argentinos considera que es muy radical de izquierda y que hubiera dividido al peronismo. Por eso invitó a un representante moderado de ese partido -su exjefe de gabinete, Alberto Fernández, con el que más tarde se peleó- a ser candidato a presidente. Ya ese episodio dejó entrever quién de los dos ejercería el control en el gobierno. (…) Ya los primeros días de gobierno muestran que Kirchner tendrá, también como vicepresidenta, un rol clave. (…) Su hijo, Máximo Kirchner, es el nuevo jefe de la fracción peronista en la Cámara de Diputados, con lo que el peronismo controla ambas cámaras del Congreso y todo queda en familia. (…) Alberto Fernández ya sentó algunas señales que indican que cree en una economía manejada por el Estado, como lo hizo en su momento el fallecido expresidente Néstor Kirchner. (…) Alberto Fernández también ha anunciado que no recibirá el saldo pendiente del préstamo del Fondo Monetario Internacional. Esto abriría nuevamente la cuestión del pago de la deuda. Fernández dijo, después de las elecciones, que aceptó la deuda de su predecesor, pero solicitó su reestructuración de la deuda. Cuando asumió el cargo, advirtió que combatir la crisis tenía prioridad sobre el servicio de la deuda pública."

Martín Guzmán (centro), ministro argentino de Economía.
Martín Guzmán (centro), ministro argentino de Economía.Imagen: Reuters/A. Marcarian

"EE. UU. llevó la guerra a Panamá", recuerda Ernesto Fitzroy Hay, catedrático panameño, en el matutino Neues Deutschland sobre la invasión estadounidense de Panamá: "El 20 de diciembre de 1989, Estados Unidos invadió Panamá. ¿Por qué? EE. UU. quería mantener el control sobre Panamá y evitar así que el país se desarrollara de manera independiente. Todos los motivos que alegó EE. UU. eran pretextos. No se trataba de democracia. La vida de los habitantes estadounidenses en la zona del Canal de Panamá nunca estuvo en peligro. Y al dictador militar Manuel Noriega podrían haberlo capturado sin problemas, ya que contaban con los medios para ello. Eso lo sé hoy, pero no lo sabía entonces. En la noche del 19 de diciembre de 1989 estudiaba para un examen de Química que me iban a tomar al día siguiente. Me acosté a las nueve y media de la noche. Entre las once y las once y media de la noche se escuchó de pronto un fuerte zumbido en el aire, como si se levantara una tormenta. A la una menos cuarto de la mañana del 20 de diciembre cayeron las primeras bombas. Vivíamos en un edificio de hormigón, pero la mayoría de las casas de El Chorrillo eran de madera. Primero las bombas, y luego el fuego, causaron una masacre. (...)".

(ers)

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