EIIS dice haber ejecutado a 1.700 soldados iraquíes
15 de junio de 2014
La guerra entre el Estado Islámico de Irak y Siria (EIIS) y las fuerzas armadas iraquíes se da en el campo de batalla y también en el de las comunicaciones. Ambos bandos se atribuyeron este domingo (15.06.2014) triunfos sobre sus enemigos, aunque la noticia confirmada por ciudadanos de Talafar de que los insurgentes se adueñaron de esa localidad, no parece jugar precisamente a favor del gobierno de Bagdad.
A través de Twitter, las milicias de EIIS anunciaron haber ejecutado a 1.700 soldados del Ejército de Irak, lo que se convertiría en la mayor matanza perpetrada en años en el país. El anuncio fue acompañado por imágenes grotescas y sanguinarias. Un oficial iraquí citado por el diario New York Times declaró “no dudo que sean reales, pero 1.700 muertos es un número enorme”. Distintas ONG trabajan para confirmar los hechos.
En Bagdad, en tanto, las autoridades han reforzado la seguridad tanto dentro como en los alrededores de la capital, anticipándose a una posible incursión militar del EIIS. La embajada de Estados Unidos también anunció un incremento en sus niveles de seguridad e incluso moverá a personal a otras ciudades. “Algunos funcionarios serán relocalizados temporalmente en Basora y Arbil o en la unidad de soporte para Irak en Amman”, anunció el Departamento de Estado mediante un comunicado.
“Temporada de caza”
El Ejército, por su parte, aseguró que sus tropas están acercándose a Mosul, la primera gran ciudad tomada por los insurgentes en su oleada, hace casi ya una semana. Fuentes de seguridad citadas por la prensa aseguraron que los bandos combatían en los alrededores de la segunda ciudad iraquí. En el centro del país, el Ejército se hizo con el control de Tikrit y Samarra, que habían caído en manos de los islamistas.
Un seguidor del grupo terrorista sostuvo en Internet que los rebeldes habían derribado seis helicópteros iraquíes en los alrededores de Bagdad. “Se abre la temporada de caza”, comentó. En Talafar, mientras, hubo enfrentamientos calificados de “sangrientos” entre fuerzas del Ejército y combatientes radicales. “La situación es desastrosa. Hay enfrentamientos dementes y la mayoría de las familias están atrapadas. Si esto continúa, podría resultar en una matanza masiva de civiles”, dijo un funcionario local antes de que la localidad finalmente cayera en manos insurgentes.
Las fuerzas de seguridad del primer ministro Nuri al Maliki y milicias aliadas recuperaron parte del territorio, aliviando la presión sobre el gobierno chiita, y funcionarios dijeron que estaban retomando la iniciativa. Al Maliki ha prometido eliminar a los insurgentes e incluso se mostró este sábado en Samarra, una ciudad que estuvo en manos de los insurgentes. Sin embargo, la situación dista de estar controlada y muchos analistas hablan de una posible desintegración de Irak como estado.
DZC (dpa, Reuters, Europa Press)