Egipto: se buscará proscribir a Hermanos Musulmanes
17 de agosto de 2013
En medio de la creciente tensión que afecta a Egipto, el primer ministro Hazem el-Beblawi propuso este sábado (17.08.2013) la ilegalización de los Hermanos Musulmanes, lo que hace que se incremente el temor a una sangrienta lucha que podría derivar en una guerra civil entre el Estado, dominado por los militares, y los islamistas. La idea está siendo evaluada por el Ejecutivo y está en manos del Ministerio de Asuntos Sociales.
Si se hace efectiva la propuesta de El-Beblawi, los Hermanos Musulmanes volverían a la clandestinidad (fueron ilegalizados durante el régimen de Hosni Mubarak) y podrían ser arrestados en gran escala. “No estamos ante divisiones políticas, estamos frente a una guerra librada por extremistas”, dijo a la prensa el asesor presidencial Mostafa Hegazy.
“La quema de iglesias, museos, los disparos indiscriminados contra los civiles que se encuentran en sus casas, los asesinatos aleatorios y la quema de propiedades públicas y privadas son todas ellas formas de terrorismo”, sostuvo el portavoz Hegazy, quien dijo que los seguidores del depuesto presidente Mursi practican “fascismo teológico y religioso”.
Islamistas llaman a más protestas
De acuerdo a la postura oficial del gobierno, el país debe enfrentarse a una guerra que busca “desbaratar la formación de un estado civil”, pero los egipcios “están ahora más unidos que nunca y serán protegidos del fascismo religioso”. Hegazy informó que la nueva Constitución del país “será para todos” y en la reconciliación nacional se considerará a todos aquellos que no tengan “las manos con sangre”.
En horas de la tarde de este sábado, en tanto, las fuerzas de seguridad consiguieron desalojar la mezquita al-Fath, en el centro de El Cairo, que estaba repleta de seguidores de Mursi, que se refugiaron allí por temor a ser atacados por opositores y el Ejército. Testigos de la agencia de noticias Reuters vieron a hombres armados disparando desde la mezquita, pero finalmente los agentes consiguieron el desalojo sin que se informara de bajas.
La violencia ha dejado más de 800 muertos en cuatro días y muchos países occidentales han denunciado las muertes, entre ellos Estados Unidos, alarmados por el caos en un país que tiene un tratado de paz estratégico con Israel y que opera el Canal de Suez, una importante arteria del comercio mundial.
Por su parte, los islamistas han anunciado una semana de manifestaciones contra el gobierno instaurado tras el golpe contra Mursi, lo que aumenta los temores de que continúe el derramamiento de sangre. Bajo las leyes de emergencia aprobadas por el gobierno esta semana, la policía tiene permiso para usar armas de fuego en defensa propia y contra manifestantes que ataquen edificios estatales.
DZC (Reuters, Europa Press, dpa)