“Egipto paga un precio demasiado alto”
3 de febrero de 2011
Leipziger Volkszeitung, de Leipzig: “Los manifestantes dejaron claro que no se dejan engatuzar con las promesas de Mubarak de no volver a presentarse como candidato en las elecciones de septiembre. Quieren que comience de inmediato una nueva era sin Mubarak. Pero el régimen se defiende y contraataca utilizando a sus esbirros. La situación se agudiza y está muy lejos de ser la transición ordenada que el presidente Obama se imaginó. Washington, que apoyaba al régimen de Mubarak con casi 2 mil millones de dólares por año, ha tomado posición de manera oficial por primera vez, pero se distancia precavidamente del asunto. El problema es que el precio a pagar es demasiado alto si Egipto se sume en el caos sólo para que un presidente de 82 años pueda retirarse de escena sin perder su imagen. De todos modos, Mubarak ya perdió hace tiempo la oportunidad de hacerlo de ese modo.”
El mensaje del faraón
La Stampa, de Turín: “La Plaza de la Libertad fue, hasta entrada la noche, escenario de violentos enfrentamientos entre dos facciones bajo la misma bandera y con reclamos diametralmente opuestos: ‘Que se vaya Mubarak' y ‘Que se quede Mubarak'. (…) Queda claro que la oposición nunca fue dueña de la situación. El viejo faraón dejó que se supiera que no piensa abandonar su puesto. ‘Yo sigo siendo la estabilidad', es el mensaje que Mubarak envió a Washington.”
“Mubarak no es digno de crédito”
De Volkskrant, de Amsterdam: “Mientras Mubarak antes podía, con cierta credibilidad, presentarse como la panacea contra el caos, ahora lo provoca al seguir en el poder. No es digno de crédito que ahora quiera utilizar el tiempo que aún le queda para conducir a su país a unas elecciones limpias. Esa tare la debe asumir otra persona. Tampoco el recientemente designado vicepresidente, Omar Suleiman, que fue durante años la mano derecha de Mubarak, es el indicado. La responsabilidad debería asumirla un alto oficial respetable que no posea ningún tipo de vínculo personal con el presidente.”
“Primer desafío al poder incontrolado”
El País: “La mecha encendida en Túnez y prendida después en el decisivo polvorín egipcio amenaza con reducir a ceniza la foto fija de un mundo árabe sometido inmemorialmente al ilimitado capricho y la rapiña de los déspotas de turno, reyes o plebeyos. En ese vasto arco que une el Mediterráneo occidental y el golfo de Adén, por donde se extiende rápidamente el anhelo de la dignidad y las libertades, los vaivenes políticos, por radicales que fueran, han ocurrido siempre a espaldas de sus sometidos ciudadanos. Hace unas semanas resultaba impensable el triunfo de un levantamiento popular en Túnez, y ni se consideraba que pudiera plantearse en el granítico Egipto, epicentro árabe. (…) Es mucho lo que separa a Jordania y Yemen. Pero a Saleh y a Abdalá II, tan diferentes personalmente, les une su querencia por el poder incontrolado, por primera vez desafiado desde la calle.”
CP/ dpa
Editora: Emilia Rojas-Sasse