Egipto lucha por su futuro: ¿Cuáles son las perspectivas?
2 de septiembre de 2013La “primavera árabe” acabó en 2011 con 30 años de dictadura de Mubarak en el poder. Luego ganaron las elecciones los Hermanos Musulmanes, para después ser derrocado su presidente, como reacción de los militares a las violentas protestas contra Mursi.
Cientos de personas murieron durante el desalojo de campamentos de seguidores del líder de los Hermanos Musulmanes que exigían su restitución. Ahora, los frentes están divididos entre los militares y los islamistas.
El viernes pasado los islamistas convocaron a un “Viernes de la determinación”, pero pocos atendieron el llamado.
El politólogo Hamadi El-Aouni, de Berlín, cree que las fuerzas militares están logrando una “estabilización” de la situación. “Algo que los egipcios anhelan después del derrame de sangre”, dice la profesora Cilja Harders, directora de la cátedra “Política del Cercano Oriente” en la Universidad Libre de Berlín.
Harders considera que “los militares no pueden mantener la violenta represión ejercida contra los islamistas”. La promesa del Ejército es recuperar la seguridad y la estabilidad en tres meses.
¿Qué pasará con los Hermanos Musulmanes?
"Los islamistas ya no son capaces de convencer a tanta gente“, sostiene Hamadi El-Aouni, quien agrega que “parte de su dirigencia está en la cárcel y las bases están perdiendo su importancia”. Los Hermanos Musulmanes ya no son la voz cantante en las mezquitas.
La represión y la campaña pública contra los islamistas están convenciendo a muchos seguidores de que pueden haberse equivocado en su elección hace un año. Harders cree que para los Hermanos Musulmanes hay varias opciones: “regresar a la clandestinidad o regresar después de una pausa dispuestos a utilizar violencia y a enfrentarla”. La tercera opción es la peor y la más peligrosa para Egipto: la radicalización de los islamistas.
¿Qué dice la población?
Cilja Harders percibe en Egipto una fuerte necesidad de tranquilidad. “Muchos creen que los militares son capaces de escribir una Constitución fiable”. Muchos creen también que debe seguirse adelante en la vereda de la democracia, agrega Harders.
También el-Aouni cree que hay razones para pensar que Egipto logrará recuperar la paz: “La sociedad egipcia va a impulsar el proceso de democratización a mediano plazo”.
“Una vez que se recupere la seguridad y la estabilidad, el Estado se ocupará de la economía y de los problemas sociales”, confía el-Aouni quien cree que entonces, Egipto surgirá como “modelo de la nueva realidad árabe”.
Pero primero hay un gran problema por resolver: “El papel que la religión debe jugar en la política y la vida pública”. Esta es una tarea que todas las fuerzas políticas deben debatir pacíficamente, porque “hasta que eso no suceda, la situación va seguir siendo inestable y la violencia generará más violencia”, advierte Harders.
Por lo mismo la próxima meta a alcanzar es la de la reconciliación. Para lograrla, concluye Harders, debe incluirse en el debate a los Hermanos Musulmanes.