"EEUU no tiene interés alguno en ampliar el Consejo de Seguridad"
14 de julio de 2005
El FINANCIAL TIMES DEUTSCHLAND comenta: "La diplomacia es el arte de la negociación que pasa inadvertida. pero a veces los conflictos abiertos son inevitables: sobre todo cuando –como en el caso de la exigencia alemana de un puesto permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU– los intereses son tan encontrados que es imposible conciliarlos. EEUU rechazó el deseo alemán con grosera claridad. No tiene interés alguno en que se apruebe la propuesta del G4 –Alemania, Brasil, India y Japón– de agregar al Consejo de Seguridad seis miembros permanentes y cuatro rotatorios. De esa forma se vería recortado innecesariamente su propio poder".
"El claro rechazo era de esperar"
El diario NEUE OSNABRÜCKER ZEITUNG, de Osnabrück, escribe: "El claro rechaza era de esperar. EEUU, Rusia y otros países hicieron pedazos el plan del G4, conformado por Alemania, Brasil, India y Japón. El sueño del canciller federal alemán de tener un puesto permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU amenaza con transformarse en un fiasco político en la Asamblea General de la ONU. Que el gobierno alemán haya impulsado en los últimos meses a rajatabla su dudoso proyecto, precipitado, agresivo, egoísta y destinado a ganar prestigio no le ha salido bien".
"Mucho hay que reformar"
El diario FRANKFURTER ALLGEMEINE ZEITUNG, de Fráncfort del Meno, comenta: "Sería lamentable que en la brega por el Consejo de Seguridad también las otras partes de la reforma de la ONU quedaran por el camino. Desde la escandalosa composición de la Comisión de Derechos Humanos hasta la corrupción en la sede central, mucho hay que reformar urgentemente en la ONU. Pero los alemanes tendrían que entender, a partir de las experiencias en Nueva York, que la ONU no es el santuario del entendimiento entre los pueblos que a menudo se ve en Alemania. Así sería más fácil de soportar no tener un lugar permanente en el Consejo de Seguridad".
"Una organización paralizada"
El diario SÜDDEUTSCHE ZEITUNG, de Múnich, escribe: "Los EEUU quieren desde años reformar las Naciones Unidas. Y eso es positivo. La organización, pesada, mal administrada y paralizada por diferentes alianzas de los Estados, debe ser radicalmente modernizada para poder luchar exitosamente con el terrorismo, los regímenes abyectos, la superpoblación y la degradación ambiental. También Kofi Annan, el secretario general de la ONU, así lo ha reconocido, si bien con cierta presión de Washington, y ha presentado un impresionante paquete de reformas. Una de sus exigencias es la reforma del Consejo de Seguridad, que en su actual forma parece un fósil de viejos tiempos".