EE.UU. conmocionado por ataque contra congresista Giffords
9 de enero de 2011
El tiroteo que tuvo lugar en Tucson, Arizona, contra la congresista demócrata Gabrielle Giffords y otras 18 personas costó la vida a seis personas, entre ellos una niña y un juez federal.
La legisladora demócrata de 40 años permanece en estado crítico en el hospital University Medical Center de Tucson donde fue intervenida por un equipo de neurocirujanos a raíz del balazo que le atravesó el cerebro. Su estado es crítico y los médicos hablan de un optimismo cauto sobre sus posibilidades de supervivencia.
La congresista ha estado en el punto de mira del movimiento ultraconservador Tea Party. Desde hace tiempo venía denunciando la incendiaria retórica política en Estados Unidos tras la aprobación de la reforma sanitaria impulsada por la Casa Blanca y que ella respaldó.
Meca de la intolerancia
Los medios estadounidenses han identificado a un joven de 22 años, como el sospechoso de la matanza. Este se encuentra bajo custodia policial.
El sheriff del Condado Pima en Arizona, Clarence Dupnik, dijo que el individuo bajo custodia policial, sin confirmar nombre, podría tener problemas mentales y señaló que es precisamente la gente desequilibrada la que es más "susceptible" de caer en la trampa de la intolerancia.
Clarence Dupnik denunció el virulento clima político que existe en EEUU sobre todo en el estado de Arizona, epicentro del acalorado debate migratorio en el país y promotor de una ley para criminalizar a los indocumentados.
"Nos hemos convertido en la meca del prejuicio y la intolerancia", lamentó el sheriff, quien añadió que EEUU necesita realizar una reflexión colectiva sobre la enrarecida atmósfera política del país.
Obama promete justicia
Giffords participaba en un acto con votantes frente a un supermercado de Arizona, el estado al que representa en la Cámara de Representantes desde enero del 2007, cuando recibió un balazo en la cabeza desde una distancia de poco más de un metro.
Una niña de nueve años murió a raíz del incidente y el juez federal John Roll también perdió la vida durante el tiroteo. Roll había participado en varios casos sobre inmigración y también había recibido amenazas.
El ataque conmovió a Washington, donde el Congreso suspendió una votación clave sobre la reforma a la salud la próxima semana. Luego de una amarga campaña electoral el año pasado, algunos sugieren que la fuerte retórica de los políticos pudo haber jugado un papel en el tiroteo.
El presidente Barack Obama, condenó duramente el incidente al igual que lo hicieron los líderes de ambos partidos en el Congreso. Obama compareció ante las cámaras en la Casa Blanca donde prometió llegar hasta el fondo de lo ocurrido e informó que el director del FBI Robert Mueller dirigirá la investigación sobre el terreno en Tucson.
Fuente: DPA, Reuters, AFP
Editora: Claudia Herrera Pahl