Ecuador decide su futuro en medio de "grave crisis institucional"
26 de noviembre de 2006La segunda vuelta electoral en Ecuador es vista con atención, pues define la decisión del pueblo ecuatoriano entre dos modelos económicos y políticos claros: el neoliberal, representado por el empresario Álvaro Noboa, y el social, cuya cara visible es Rafael Correa. También establece si Ecuador habrá de inscribirse al proceso de integración regional en el que ya participan –cada uno en su propia medida- Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Uruguay y Venezuela.
Los padres de la integración
Un estudio publicado recientemente por la oficina sudamericana de la Fundación Friedrich Ebert arroja luces nuevas e importantes sobre la mencionada integración, así como sobre la situación de Ecuador en particular. El documento se titula "Tendencias de seguridad en América del Sur e impactos en la región andina". En él se discute también de manera profunda, aunque no central, el tema del proceso electoral ecuatoriano.
El documento establece en primera instancia que la integración regional en Sudamérica no se inscribe, por lo menos en lo que respecta a la seguridad regional, en el nacimiento de la llamada "nueva izquierda". De hecho, quienes comenzaron estas iniciativas fueron los enemigos del actual bloque, hace ya muchos años.
"En el caso de América del Sur, es relevante observar desde comienzos de los años noventa una tendencia sostenida hacia una convergencia en materia de seguridad e integración, liderada por Brasil y Argentina, con capacidad de incluir de manera notable en los países del Cono Sur e incluso en los países andinos", dice el estudio.
Y sigue: "La idea de una integración más amplia, que tendría como horizonte a toda América del Sur, se consolidó desde el primer gobierno de Fernando Henrique Cardoso." En otras latitudes, "el presidente (Fernando) De la Rúa anunció que los intereses estratégicos de Argentina debían orientarse por el objetivo central de una comunidad sudamericana de naciones".
Las elecciones, posible parteaguas
Aclarado este contexto, el informe hace un análisis de cómo podría afectar el proceso electoral en Ecuador al proceso de integración regional. Sin mencionar nombres, se discuten las secuelas de una posible victoria de Rafael Correa: "No habría que descartar que estos procesos electorales tengan impactos en la ampliación de las influencias de Venezuela con la política integracionista del presidente Chávez. Si algo así toma cuerpo, la realidad geopolítica de la región frente a Estados Unidos podría sufrir importantes variaciones.
"La política de seguridad andina de Washington, concentrada en la lucha antiterrorismo y antinarcóticos, sufriría un severo revés que pudiera incidir sobre las líneas de cooperación y dependencia que Estados Unidos ha entablado con las fuerzas militares, policiales e institucionales del Estado en todos los países andinos."
Sobre la circunstancia interna de Ecuador, igualmente importante para prefigurar el futuro de ese país, el estudio de la Fundación Friedrich Ebert considera que "se halla afectada por el impacto combinado de dos grandes líneas de fractura". Éstas, dice el estudio, ya no se limitan al tradicional conflicto entre las élites de Quito y Guayaquil, sino (hay) una disputa cada vez más fragmentada que incorpora a élites de otras regiones.
Grave crisis institucional
Existe en el panorama político y social de Ecuador "una generalizada crisis política y de orden público, expresada en constantes bloqueos, cuestionamientos a la representación y la avasalladora difusión y profundidad de problemas de corrupción pública y privada", señala la fundación política alemana. A todo esto "se agrega una fuerte contradicción entre las necesidades de una construcción estatal republicana, democrática y racional, frente a las tendencias disgregantes de una política partidista y electoral basada en redes corporativistas y de tipo mafioso, que destruyen progresivamente las más elementales capacidades del Estado para llevar adelante políticas públicas dignas de tal nombre."
En pocas palabras, Ecuador llega a estas elecciones en medio de una situación que el informe califica como "una grave crisis institucional". Gane quien gane, esta circunstancia reduce notablemente el margen de maniobra para el próximo presidente ecuatoriano. Si Ecuador formará o no parte del bloque regional de la "nueva izquierda" es importante. Pero, a la luz del panorama integral elaborado por la fundación política alemana, lo más urgente es que el futuro gobierno y sus opositores propicien las condiciones para frenar la fragmentación de la sociedad ecuatoriana.