¿Dónde quedó el petróleo derramado en el Golfo de México?
13 de agosto de 2010DW: ¿Qué hace un experto en petróleo como Ud. en una organización no gubernamental como Greenpeace?
Jörg Fedders: Cuando suceden accidentes como el de la (plataforma) Deepwater Horizon o los ocasionados por barcos cisterna, soy el encargado de evaluar los daños y analizar las medidas a tomar. Pero también de la coordinación de los trabajos de limpieza realizados por nuestros voluntarios.
Una función muy importante en estos días, si se tiene en cuenta que aparte del ecocidio en el Golfo de México, hoy se reportan derrames de crudo en las playas de Río de Janeiro, de China e India. ¿Por qué contrastar las cifras oficiales de BP y el Gobierno estadounidense con investigaciones propias?
Eso es algo que acostumbramos hacer. La experiencia nos ha mostrado que tanto consorcios como Gobiernos presentan su propia realidad y nosotros, fieles a nuestra condición de “perros guardianes”, ofrecemos una tercera versión, la independiente. Nosotros preferimos confirmar personalmente las cifras que la industria y los políticos presentan a la opinión pública.
¿Qué hará exactamente la expedición en el Golfo de México?
La sección alemana de Greenpeace envió el barco Artic Sunrise a Florida de donde partió este 12 de agosto de 2010 con un selecto grupo de biólogos marinos, químicos y otros profesionales que primero tomarán pruebas de zonas marítimas aparentemente no contaminadas. Aparentemente, porque el crudo no se ve sobre la superficie de las aguas, a pesar del masivo derrame. Se analizarán primero los eslabones más pequeños de la cadena alimenticia como el plancton que forma cadenas que albergan a otros organismos, como los huevos y las larvas de innumerables peces. Pero también esponjas que tienen un alto grado de filtración de agua, por lo cual en ellas se pueden establecer más fácilmente intoxicaciones de los habitantes del mar.
¿Cómo es que ha podido desaparecer la mayor parte de los 87 millones de litros de petróleo?
El petróleo no desaparece, se degrada, o sea cambia su estructura química, pero no desaparece.
Durante 3 meses y 15 días se estuvo derramando petróleo incesantemente. ¿Por qué las imágenes no mostraban las kilométricas manchas negras de otros accidentes?
Porque BP roció con aviones una sustancia para evitar justamente la formación de bloques de crudo. El químico se llama Corexit y desintegra los tapices hasta dejarlos en gotas que contaminan las aguas porque flotan a todos los niveles por debajo de la superficie.
¿Trasladó BP la contaminación de la superficie a las profundidades?
Así es, evitando además la mala prensa que generan las imágenes de grandes tapices de crudo ensuciando miles de kilómetros de playas y costas.
Usar Corexit contra el crudo, ¿no es eso reemplazar un veneno por otro?
Digámoslo así: lo que hizo BP fue querer, con la ayuda de un tóxico, hacer desaparecer de la vista pública otro tóxico. Corexit no es un detergente, como aseveró BP. Se trata de un químico que causa graves problemas de salud: irritaciones de la piel y envenenamiento de los órganos internos, por ejemplo. Cierto es que Corexit no mata inmediatamente, pero si envenena.
¿Tiene cifras sobre las cantidades de Corexit diseminadas y sus efectos en las aguas del Golfo de México?
Con siete millones de litros de Corexit fueron contaminadas adicionalmente las aguas de la región, desde la superficie hasta profundidades de 1.500 metros. Y nadie sabe, hasta ahora, cuáles han sido y serán los daños causados a muchas especies que ni siquiera están aún registradas.
¿Por qué utilizar un químico como Corexit en esas cantidades cuando no se conocen, a ciencia cierta, sus efectos secundarios?
BP y las autoridades estadounidenses querían también evitar, a como diera lugar, que los tapices de crudo ensuciaran playas y costas de la región. Aún así, el petróleo llegó a las costas. Peor aún, el problema se incrementa porque las gotas de crudo formadas por la acción de Corexit serán absorbidas por bacterias que ponen en riesgo el equilibrio de las aguas: para que dichas bacterias consuman un kilo de crudo, necesitan el oxígeno contenido en 400.000 litros de agua, elevando así las temperaturas y asfixiando a la mayor parte de los organismos allí vivientes.
¿Qué se sabe del historial de Corexit y su composición?
Lo que se sabe es que justamente Gran Bretaña, el país de origen de BP, es también el lugar de origen Corexit y que en ese país está prohibido el uso del químico en cuestión.
¿... y en Alemania?
En Alemania nos abstenemos de utilizar Corexit. Alemania posee barcos especiales para la recolección de crudo sobre la superficie. Se estima que un 10% de un derrame se puede recuperar así. Pero la realidad en catástrofes con plataformas o tanques de crudo es que tenenemos que recoger el crudo armados con palas y delantales.
¿No tiene la Unión Europea ninguna directiva que regule el uso de Corexit?
No que yo sepa. Como tampoco hay aún ninguna regla de cómo operar en caso del colapso de plataformas de petróleo o gas. Los países son los que expiden licencias a empresas que explotan petróleo o gas.
¿Y las convenciones para la protección de los mares firmadas en Europa no tienen aquí vigencia?
Alemania forma parte de la Convención para la Protección del Entorno Marino del Mar Báltico y el Mar del Norte (HELCOM/OSPAR). El grupo lo componen 50 Estados.
¿Qué podría hacer HELCOM/OSPAR ante el creciente riesgo de empresas que quieren extraer petróleo y gas marinos de profundidades cada vez mayores?
En 1998 la organización ya logró prohibir que los mares del Norte de Europa sean utilizados como basureros de plataformas en desuso. Este grupo tiene el potencial para hacer prohibir exploraciones riesgosas.
El 20 de septiembre próximo se reúnen en Bergen, Noruega, ministros de los 50 países del HELCOM/OSPAR. ¿No es esa una ocasión para poner el tema sobre la mesa?
Así es. Nos encontramos en un dilema. Todas las grandes empresas exploradoras de petróleo y gas como BP, Shell, Petrobras y otras, tienen planes de explorar en profundidades cada vez mayores, a pesar de que ya se ha sobrepasado la capacidad de la técnica, como ha quedado demostrado en el Golfo de México. Ni quisiera los planes de emergencia funcionan en esos casos. Por eso las exploraciones en profundidades marinas deben ser prohibidas, no sólo en Europa sino en todo el mundo.
Autor: José Ospina-Valencia
Editora: Emilia Rojas