Shanghái: drones difunden directrices de cierre de COVID-19
7 de abril de 2022China estaría utilizando drones con altavoces que sobrevuelan bloques de apartamentos en Shanghái para exhortar sus a residentes a seguir las directrices de las duras normas de cierre por el nuevo brote de COVID-19.
En Twitter y en la plataforma china de medios sociales Weibo han circulado vídeos de lo que parece ser un avión no tripulado que planea emitiendo un mensaje de advertencia, después de que los residentes de un complejo de apartamentos de Shanghái se asomaran a sus balcones para cantar "¿por qué nos matáis de hambre?" en protesta por la falta de comida y agua.
"Controlen el deseo de libertad del alma y no abran la ventana para cantar. Este comportamiento tiene el riesgo de propagar la epidemia", se escucha desde un megáfono en el dron en el cielo.
Perros robot en Shanghái
Otra tecnología que estarían utilizando las autoridades chinas para reforzar su mensaje son los perros robot, los cuales, según videos subidos a Weibo, se han visto trotando por las calles vacías de Shanghái con altavoces que repiten un puñado de mensajes sencillos: "Ponte una mascarilla, lávate las manos, comprueba tu temperatura".
Shanghái lucha contra la escasez de alimentos
Mientras el duro confinamiento en Shanghái continúa, sus residentes están luchando por conseguir carne, arroz y otros suministros de alimentos bajo los controles anticoronavirus que confinan a la mayoría de sus 25 millones de habitantes en sus casas, alimentando la frustración mientras el Gobierno intenta contener un brote que se está extendiendo.
Los habitantes de la capital comercial de China se quejan de que las tiendas de comestibles en línea suelen estar agotadas. Algunos recibieron paquetes de alimentos del Gobierno con carne y verduras para unos días. Pero sin saber cuándo se les permitirá salir, la ansiedad va en aumento.
Elevado coste de la estrategia china de "cero contagio"
Las crecientes quejas de los ciudadanos son una vergüenza para el gobernante Partido Comunista durante un año políticamente delicado en el que se espera que el presidente Xi Jinping intente romper con la tradición y adjudicarse un tercer mandato de cinco años como líder.
Shanghái pone de manifiesto el elevado coste humano y económico de la estrategia china de "cero contagio", que pretende aislar a todos los infectados.
El jueves, el Gobierno informó de 23.107 nuevos casos en todo el país, de los cuales todos menos 1.323 no presentaban síntomas. Entre ellos, 19.989 en Shanghái, donde sólo 329 presentaban síntomas.
Las quejas por la escasez de alimentos comenzaron después de que Shanghái cerrara algunas zonas de la ciudad el 28 de marzo.
Cierre indefinido de la ciudad
Los planes preveían el cierre de los distritos durante cuatro días mientras se realizaban pruebas a los residentes. Esto cambió a un cierre indefinido de la ciudad después de que el número de casos se disparara. Los compradores, que recibieron pocos avisos, desvalijaron las estanterías de los supermercados.
Las autoridades municipales se disculparon públicamente la semana pasada y prometieron mejorar el suministro de alimentos.
Las autoridades afirman que Shanghái, sede del puerto más activo del mundo y de la principal bolsa de valores de China, tiene suficientes alimentos. Pero un teniente de alcalde, Chen Tong, reconoció el jueves que hacer llegar los "últimos 100 metros" a los hogares es un reto.
"La batalla de Shanghai contra la epidemia ha llegado al momento más crítico", dijo Chen en una conferencia de prensa, según los medios estatales. Dijo que las autoridades "deben hacer todo lo posible para hacer llegar los suministros a los 25 millones de habitantes de la ciudad".
FEW (AP, AFP)