¿Es tal vez sólo la punta del iceberg? ¿Cuál es la magnitud del problema de los residuos procedentes de la producción ilegal de drogas? Mientras que en los Países Bajos, el epicentro europeo de la producción ilegal de drogas sintéticas, se habla abiertamente de los peligros de los residuos tóxicos, en Alemania el problema sigue siendo prácticamente desconocido. Pero los investigadores advierten con creciente frecuencia que los descubrimientos de laboratorios de drogas demuestran que los cárteles de los Países Bajos también actúan en Alemania, donde eliminan ilegalmente sus residuos. En la fabricación de un kilo de anfetaminas se generan hasta 30 kilos de residuos tóxicos. En los Países Bajos, la policía descubre cada año unos 250.000 kilos de estos compuestos. Sin embargo, los expertos estiman que sólo se trata de un tercio de la cantidad real de residuos. Las bandas se deshacen del resto de formas que no llaman la atención: los vierten en reservas naturales, donde se filtran en el suelo, los canalizan hacia estanques y arroyos, donde envenenan a los organismos que viven en ellos, los mezclan con los apestosos purines de los agricultores, que luego son esparcidos en los campos... El reportaje investiga un tema ampliamente desconocido por la opinión pública. Los realizadores muestran en exclusiva el mayor laboratorio de drogas jamás encontrado en Alemania. Un caso espectacular, en el que los productores de las drogas eliminaban sus residuos tóxicos a través de un pozo excavado para tal fin, poniendo en peligro a los habitantes de la región. El equipo de rodaje acompañó también a un investigador encubierto de la Policía holandesa. Juntos hacen un descubrimiento increíble. El reportaje arroja luz sobre el submundo de la producción de drogas sintéticas y explora la cuestión de hasta qué punto la contaminación asociada a esta actividad representa un peligro para todos nosotros.