Doce consejos para recorrer en bicicleta la antigua Cortina de Acero
La Cortina de Hierro separó a Europa durante casi medio siglo. A lo largo de esta antigua frontera hay en la actualidad una ruta en bicicleta que mezcla historia, naturaleza y cultura.
Kirkenes, Noruega
El Camino de la Cortina de Acero comienza en la parte más septentrional de Europa, cerca de la ciudad noruega de Kirkenes. Por ahí discurre a lo largo de la frontera rusa a través del este finlandés. Son muchos kilómetros de bosque, lagos y renos. Una naturaleza única en el continente.
San Petersburgo, Rusia
La primera parada urbana es la ciudad de San Petersburgo, que se llamó Leningrado entre 1924 y 1991. El Museo Hermitage, a orillas del río Nevá, es uno de los más importantes del mundo y forma parte del casco histórico de la ciudad, Patrimonio Mundial de la UNESCO.
Tallín, Estonia
El camino por la antigua Cortina de Acero continúa por la orilla del mar Báltico y atraviesa la capital de Estonia. El Ayuntamiento (en la imagen) también está protegido por la UNESCO. Fue construido en el siglo XV y es una de las más representativas del gótico en el Norte de Europa.
Riga, Letonia
Riga, capital de Letonia, es la mayor ciudad de la región báltica. Estonia y Letonia lograron su independencia de la Unión Soviética en 1991. El centro de esta ciudad hanseática también es patrimonio de la UNESCO y su monumento a la Libertad (en la imagen) se remonta a los tiempos de la primera independencia letona, en la década de los 30 del siglo XX.
Gdansk, Polonia
Ya que esta ruta en bicicleta discurre por el Báltico, ¿por qué no darse un baño de agua fría? Una parada obligatoria en el tramo polaco es la ciudad de Gdansk. Los astilleros de esta urbe acogieron el nacimiento del Movimiento Solidaridad a comienzos de los ochenta, que fue vital para la caída del comunismo en este país.
Lübeck, Alemania
La Ruta del Telón de Acero, como también se le conoce, también lleva a la ciudad de Lübeck, que se encuentra en la antigua frontera entre las dos Alemanias. La Puerta de Holsten es un ejemplo del gótico tardío y se ha convertido en un emblema de la ciudad. Desde 1950 se encuentra aquí el museo de historia de la ciudad.
Point Alpha, Alemania
Entre los muchos paisajes naturales y antiguas instalaciones fronterizas se encuentra el monumento "Point Alpha", concretamente en la línea divisoria de los estados de Hessen y Turingia. El Pacto de Varsovia y la OTAN se miraban el uno a otro desde cada uno de los lados de esta antigua frontera.
Cheb, República Checa
La ciudad checa de Cheb es una pequeña joya medieval de 30.000 habitantes, no lejos de Baviera y Sajonia. La primera mención de la ciudad data de 1061, entonces bajo el nombre de Egire. El comandante Wallenstein fue asesinado aquí durante la Guerra de los 30 Años.
Bratislava, Eslovaquia
La siguiente capital en nuestra ruta en bicicleta a lo largo de la Cortina de Hierro es Bratislava, prácticamente en la esquina entre Eslovaquia, Austria y Hungría. Uno de los símbolos del enclave a orillas del Danubio es su castillo, donde fue firmada en 1992 la actual Constitución del país.
Sopron, Hungría
La ciudad, que en el mapa parece adentrarse como una pequeña península en territorio austríaco, es una de las más antiguas de Hungría. Entre los monumentos de esta ciudad de 60.000 habitantes se encuentran el Ayuntamiento (centro) y la Torre del Fiego (izquierda). Ante sus puertas empezó el 19 de agosto de 1989 el Picnic Paneuropeo que concluyó con la huida de 661 ciudadanos comunistas a Austria.
Belasica, Grecia
Para el antiguo europarlamentario Michael Cramer, que hizo este trayecto en bicicleta por el Telón de Acero, la parada por la cordillera de Belasica, en la zona fronteriza entre Grecia y Bulgaria, es una de las más espectaculares. Eso sí, hay que estar preparado para lidiar con los tramos no asfaltados.
Edirne, Turquía
El último punto culmen en la Cortina de Hierro es Edirne, en la frontera turca con Bulgaria. Fue fundada por los romanos, pero a lo largo de los siglos tuvo diferentes ocupantes. Aparte de sus encantos, lo bueno es que queda a pocos kilómetros de la búlgara Rezovo, donde puede uno darse un relajante baño en el Mar Negro.