Diálogo Colombia-FARC: persisten los desencuentros
19 de septiembre de 2013La delegación del gobierno colombiano volvió hoy (19.09.2013) a pedir más celeridad a la guerrilla de las FARC en las negociaciones de paz en Cuba, para poder "mostrar más resultados" al país, casi 11 meses después de iniciado el proceso. Los avances en el diálogo de paz "no son suficientes", dijo el líder de la delegación del gobierno, Humberto de la Calle, al cierre de un nuevo ciclo de conversaciones en La Habana. "Tenemos que mostrarles más resultados a los colombianos para cumplir con sus expectativas", reiteró. Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) reclamaron, por su parte, la visita de una comisión del Congreso colombiano, prevista inicialmente para esta semana y pospuesta sin fecha por el momento. "Se termina el ciclo número 14 sin que se nos haya permitido informar al Congreso de la República y a los partidos y movimientos políticos sobre nuestra posición frente a la iniciativa de referendo", dijo el líder de la delegación rebelde, Luciano Marín, conocido bajo el alias de "Iván Márquez". "La paz no puede atarse a fechas ni responder a intereses partidistas", agregó "Márquez".
Aunque en un comunicado conjunto insistieron en que había habido "avances", las FARC acusaron al Gobierno colombiano de tratar de imponer un marco jurídico y un referendo que ratifique un eventual acuerdo de paz. Asímismo, instaron al Gobierno a respetar el carácter bilateral de las negociaciones. Ambas partes están encalladas en el debate sobre el segundo punto de la agenda, referente al futuro político de la guerrilla. Las principales diferencias se centran en la refrendación de un futuro tratado de paz. Las FARC insistieron en la celebración de una Asamblea Constituyente, mientras el gobierno de Juan Manuel Santos ha propuesto un referéndum tras un eventual acuerdo de paz. "Márquez" reclamó el encuentro con los congresistas que debían viajar a Cuba esta semana, para que la insurgencia presente su postura frente a la propuesta de referéndum puesta "a consideración del Senado por el gobierno nacional de manera unilateral".
El gobierno apremia también desde hace tiempo para dar celeridad a las negociaciones de paz, que el presidente Santos quería inicialmente ver cerradas en el plazo de un año. Las FARC acusan en cambio al gobierno de querer usar el proceso de paz con fines electorales para los comicios presidenciales y legislativos del próximo año, y han propuesto aplazar 12 meses las elecciones para que no "interfieran" en el diálogo en La Habana. El gobierno de Santos y la guerrilla negocian desde noviembre de 2012 en Cuba para intentar poner fin al conflicto que ha costado la vida a unas 220.000 personas en más de medio siglo en el país sudamericano. El proceso de paz se inauguró a mediados de octubre en Oslo.
MS (dpa/Reuters)