Diez dulces razones para amar el Adviento
La temporada de Adviento reúne a toda la familia entorno a las especialidades tradicionales. En toda Alemania se comen los dulces clásicos como las galletas de especias, aquí llamadas "Lebkuchen".
Recién salidas del horno
Es una tradición familiar muy común: preparar galletas de navidad en familia. Sobre todo aquellas que son hechas a partir de moldes preconfigurados que recortan diversas formas sobre la masa estirada. El resultado: corazones, medialunas, estrellas, árboles de navidad o siluetas de animales. La yema del huevo les da un brillo muy especial. Luego de enfriarlas, pueden ser decoradas.
Olor a vainilla
Es una de las galletas predilectas de los alemanes: Kipferl de vainilla. El término proviene de la tradición austríaca. La masa esta formada de pastaflora y es aromatizada posteriormente con vainilla. Como ingredientes también sirven almendras ralladas o nueces. Nadie puede resistirse a ellas una vez que salen del horno.
Con o sin mantequilla?
Para hacer Stollen, un dulce típico de Navidad, no se utilizaba ni mantequilla ni pasas durante el Medievo. Cosa que disgustó a la nobleza en sus ayunos previos a la Navidad. Con el permiso del Papa Inocencio VII se comenzarona emplear estos ingredientes, que hicieron popular al Stollen de Dresden.
Moldes de madera
El Spekulatius proviene de la region del bajo Rin, limítrofe con Holanda y Bélgica. Formas de madera esculpida le dan a la masa su estampado típico, con motivos campesinos. Antes de ser metidas al horno se sacan las galletitas a golpes. La forma de San Nicolás se emplea para regalar estas galletas el 6 de diciembre. Los moldes históricos se convierten en objetos codiciados para los coleccionistas.
Un baúl clásico
Muy popular en todo el mundo es el paquete navideño de Núremberg, relleno con galletas de especias. La ciudad bávara es desde el siglo 14 un centro de producción de estas "Lebkuchen", la más antigua delicia navideña. Una receta secreta se emplea aún hoy en Núremberg para preparar estos dulces.
Canela de Ceilán
En la preparación de dulces de Navidad se emplean especias exóticas como el anís, el cardamomo, la nuez moscada o la canela, antes muy codiciadas pero hoy bien asequibles. Quién guste de las estrellas de canela debería fijarse en que estén hechas con canela de Ceilán, algo más cara, pero sin tanta cumarina, un compuesto nocivo.
Rellenas con jalea
Las "Printen" de Aquisgrán, un tipo de galletas de especias, se hicieron un nombre propio en el siglo XIX. No contienen grasas y en lugar de miel se utiliza jarabe de remolacha azucarera en su preparación. Esto la convirtió en una galleta ideal para la producción industrial y el envío a domicilio, cubiertas con chocolate blanco o negro y rellenas con jalea.
Ojos de buey
Los ojos de buey u "Ochsenaugen" son un asunto para panaderos de galletas avanzados. La base de esta masa pastaflora se puede hacer con o sin almendras, con o sin mazapán. En el centro se echa jalea de grosella o de frambuesa. También se pueden utilizar como ojos mermelada de fresa o de albaricoque.
Copos de nieve
Como copos de nieve, el coco rallado, la clara de huevo, el azúcar y un poco de sal forman un adorno ligero sobre la oblea. En Alemania se le conoce como "Makrone", en Francia se habla de "Macaron", y se trata de una masa de harina de almendras. El empleo de la oblea proviene de la cocina de los monasterios.
Sin brujas, garantizado
Una casita de Lebkuchen es el polo opuesto a la casa de la bruja en el cuento de Hansel y Gretel, recogido por los hermanos Grimm. Esta podría ser la dulce y nada peligrosa tentación navideña de cualquier niño o adulto, mucho mejor si se invierte tiempo y creatividad en prepararla uno mismo.