Desinformación y noticias falsas: amenaza para la democracia
2 de diciembre de 2022Las recientes jornadas electorales en América Latina han dejado una serie de lecciones. La amenaza de la desinformación y las noticias falsas, así como la importancia de alcanzar democracias paritarias marcaron la XV Reunión Interamericana de Autoridades Electorales (RAE), que se desarrolló esta semana en Quito, Ecuador.
El encuentro, organizado por la Organización de Estados Americanos (OEA), contó con la presencia de representantes de 30 órganos electorales de 22 países, junto a expertos y referentes regionales. A través del intercambio de experiencias en estos encuentros, los países han buscado modernizar su gestión, incorporar nuevas tecnologías y reforzar la confianza ciudadana en los organismos que organizan las elecciones.
Este 2022, la reunión estuvo marcada por un tema cada vez más preocupante: la desinformación en contextos electorales y cómo desarrollar estrategias para combatirla y salvaguardar las elecciones. "Hoy en día la desinformación se ha convertido en una grave amenaza. Yo la consideraría, incluso, como la nueva pandemia”, señaló Diana Atamaint, presidenta del Consejo Nacional Electoral de Ecuador (CNE).
El secretario para el Fortalecimiento de la Democracia de la OEA, Francisco Guerrero, indicó que, junto con los efectos multidimensionales de la pandemia, preocupa "la erosión y el desencanto democrático, la polarización, el fanatismo político, la desinformación y las noticias falsas en contextos electorales”.
Elecciones, tuits y likes
La Fundación Kofi Annan, en la publicación de su Comisión sobre Elecciones y Democracia en la Era Digital 2020 advierte que "si bien las redes sociales no son una causa de polarización política a gran escala, la exacerban e intensifican, y constituyen una herramienta a disposición de cualquier persona que pretenda socavar la integridad electoral y la salud de la deliberación democrática”.
Asimismo, señala que "en un futuro previsible, las elecciones en las democracias del Sur Global constituirán el elemento central en la red del discurso de odio, la desinformación, la injerencia externa y la manipulación nacional”.
En el último ciclo electoral en la región se dieron procesos muy competitivos, con resultados muy ajustados y campañas desde las redes sociales, en donde se posicionaron fenómenos que deterioran la democracia y la institucionalidad, observó Guerrero: "las noticias falsas, la desinformación, la polarización, el fanatismo político, junto con la no aceptación de los resultados, y una corriente peligrosa de permanente descrédito del árbitro electoral”.
"Las elecciones no se ganan con tuits o con likes, se ganan con votos”, sentenció el especialista y llamó a no convertir las redes sociales en especies de tribunales electorales, donde los usuarios "se convierten en jurados colectivos, imparten justicia y condenan o absuelven a las personas e instituciones, teniendo como insumo en muchas ocasiones la desinformación, las noticias falsas y la viralización de estas mentiras”.
Puerta al autoritarismo
En su reporte sobre integridad electoral en América Latina, la Fundación Kofi Annan alerta sobre diversos retos para la región. Al respecto, Guerrero coincidió en que "cuando las instituciones electorales se debilitan, se abre la puerta al autoritarismo. Los actores políticos que buscan irresponsablemente denigrar y estigmatizar no son quizás suficientemente sensibles al daño que causan a la institucionalidad, a la legalidad y a la legitimidad de los procesos electorales, con declaraciones irresponsables y ataques a la estabilidad democrática de los países”.
"Incluso antes de la pandemia, el contexto en que vivimos presenta una serie de amenazas a la credibilidad y la resiliencia de las instituciones electorales, que erosiona la democracia y la legitimidad de los procesos electorales”, añadió.
En su opinión, "la legalidad es importante, pero no es suficiente. La legitimidad es fundamental para garantizar que el resultado de las elecciones sea aceptado y respetado”.
Democracias paritarias
Otro de los desafíos de los procesos electorales y las democracias en la región es fomentar la participación y representación de mujeres. Experiencias como la reciente Convención Constitucional en Chile, integrada por igual número de hombres y mujeres, o la reforma en Ecuador, que fija la incorporación femenina progresiva en las listas de candidatos -30% para 2023 y 50% en 2025- son avances positivos.
"La lucha por los derechos políticos de las mujeres, en Ecuador y la región, son irreversibles”, afirmó Diana Atamaint. En este país, una reforma tipificó la violencia política de género como infracción electoral muy grave, que se castiga con multas y pérdida de derechos políticos, que puede llegar hasta destitución del cargo.
El nivel de paridad democrática y la incidencia de la violencia política contra las mujeres son precisamente los dos indicadores que establece la Fundación Kofi Annan, en su reporte sobre América Latina, como indispensables para la igualdad en los procesos electorales. "La integridad electoral no puede alcanzarse si no se erradica la violencia política contra las mujeres”, concluye el informe.
(jov)