Desde Dresde: ¡no a la carne!
28 de julio de 2008Un congreso internacional reúne en Dresde a vegetarianos de todo el mundo. Según la Asociación Alemana de Vegetarianos, la comida sin carne goza de una aceptación cada vez mayor. Entretanto, alrededor de 10 por ciento de los alemanes son vegetarianos; un tercio de ellos, mujeres, con educación superior y menores de 25 años. En los estados federados de la antigua República Democrática Alemana esta conciencia no está tan desarrollada, explican los organizadores, los programas estatales hasta hace 20 años no consideraban esta opción.
“La comida sin proteína animal se está volviendo usual”, explica a agencias Hilmar Steppat, portavoz de la asociación organizadora. En 1983 sólo un 0,6 por ciento de los alemanes se declaraba vegetariano. En aquel tiempo, en los supermercados casi no se encontraba comida para este grupo de consumidores. Un cuarto de siglo más tarde, incluso los supermercados de bajo costo tienen productos especiales para vegetarianos: schnitzel o milanesas de soya, mezclas vegetales para albóndigas, salchichas de tofu.
600 participantes acuden al 38. Congreso Mundial de Vegetarianos en Dresde; de 31 países provienen. Los temas a tratar van de la protección a los animales, pasando por la salud, la política, la ética y la espiritualidad. Cada corriente vegetariana tiene sus propios motivos no sólo para no ingerir la carne de un animal, sino para no consumir ningún tipo de proteína animal.
Uniendo a los vegetarianos desde hace 100 años
“No hay por qué empezar abandonando completamente toda proteína animal”, asevera Steppat; un día a la semana basta en su opinión para comenzar. Obviamente, no todos los vegetarianos concordarían con Steppat, Sin embargo, con los porqués de las personas para excluir al mundo animal de la dieta, la Asociación Alemana de Vegetarianos no se mete; desde 1892 aglutinan todas las corrientes.
La prueba es que el programa del congreso incluye a ponencias variopintas: desde los que defienden los derechos de los animales y ven en la ganadería una reproducción del infierno dantesco, pasando por los ecologistas y los médicos. También están presentes especialistas en proteínas vegetales amenazadas tales como la quínoa o el amaranto andino. En el extremo del espectro se coloca una ponencia que apuesta por los vegetales como la mejor vía para el feminismo.