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Desaladoras contra la falta de agua en las islas griegas

Sofia Kleftaki
30 de agosto de 2024

Muchas islas griegas con gran afluencia de turistas utilizan plantas desalinizadoras para paliar la falta de agua.

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Paisaje desértico, con un poco de agua en el centro de la imagen.
Uno de los lagos de Naxos, prácticamente vacío. Imagen: Sofia Kleftaki/DW

Sudorosos turistas cargados de equipaje esperan el atraque en Naxos en la sofocante bodega de un ferri. Cuando se abre la escotilla, salen con impaciencia. Tardan casi media hora en desembarcar. El puerto de Naxos es un hervidero de actividad: vehículos que tocan la bocina, motos... Un taxista gesticula frenéticamente y habla en voz alta por teléfono. A la izquierda, un gran autobús espera para llevar a la gente a su alojamiento.

Los turistas llegan para pasar unas relajantes vacaciones, pero la mayoría no está consciente de que las islas griegas se están quedando sin agua. Sobre todo ahora, en los meses de verano, cuando miles acuden a las islas del Egeo, uno de los destinos vacacionales europeos más populares. Los visitantes suponen una enorme carga para las infraestructuras hídricas.

"Elegimos Naxos por las bonitas playas para los niños y el alojamiento barato", dice la turista alemana Anja Kellermann, de 35 años, que viaja a la isla con su marido y sus dos hijos. Cuando le preguntamos si sabe algo de la escasez de agua en Naxos, se muestra preocupada: "No sabíamos que la situación era tan grave", confiesa.

Nueve meses sin lluvia

Toda la región mediterránea sufre cada vez más la sequía y las consecuencias del cambio climático. Pero, en Grecia, y especialmente en la mayoría de las islas griegas del Egeo, la situación es especialmente dramática. En Naxos, las reservas de agua están actualmente casi agotadas. Los embalses están casi vacíos y muchos pozos se han secado. El calor y la sequía han sido especialmente extremos este año, pues hace casi nueve meses que no llueve en Naxos.

La disminución del suministro de agua ha afectado especialmente a los lugareños, ya que la mayor isla de las Cícladas también es la única con un importante sector agrícola gracias a su suelo singularmente fértil. Muchos isleños trabajan en este sector. Por eso, el turismo desempeña este año un papel aún más importante como fuente de ingresos económicos en Naxos.

Los agricultores se rinden

Kyriakos Kalogeitonas, de 60 años, regenta desde 1987 un hotel y un camping en Maragas, en el suroeste de la isla. "Sobre todo este año, en el que la producción agrícola se ha reducido de forma increíble por la falta de agua, estoy viendo cómo muchos agricultores se pasan al sector turístico", afirma Kalogeitonas.

Nunca antes había experimentado una sequía como ésta, afirma el propietario del hotel. "Me veo obligado a comprar agua para mis instalaciones y actualmente tengo que comprobar el suministro de agua dos veces al día para poder funcionar correctamente", explica Kalogeitonas. Según explica, muchos turistas no son conscientes de la escasez de agua.

Las desaladoras como solución de emergencia

La industria turística recibe agua de las plantas desalinizadoras, principalmente de las plantas situadas en el pueblo central de Naxos, alrededor del puerto. En Naxos funcionan actualmente cuatro desalinizadoras, que producen 3.600 metros cúbicos de agua potable y para uso doméstico en 24 horas.

Las plantas se instalaron para satisfacer la creciente demanda de agua de la isla durante los meses de verano. Las pequeñas islas vecinas de Koufonisi, Schinousa, Iraklia y Donousa también cuentan con desaladoras desde hace varios años. "Es una tecnología muy moderna, pero también conlleva costes elevados", explica a DW el alcalde, Dimitris Lianos.

Las desalinizadoras solo alivian la red de agua en el pueblo central, alrededor del puerto. "Un gran problema para nosotros es que el agua no se puede transportar de un pueblo a otro, porque no hay infraestructuras adecuadas", dice Lianos.

Pozos secos

El problema es evidente a sólo cuatro kilómetros del puerto de Naxos. Allí, el agricultor Stelios Vathrakokoilis no puede plantar este otoño ni una sola de las famosas papas de Naxos. Vathrakokoilis está de pie en su campo en barbecho y contempla la tierra estéril. 

"No queda ni una gota de agua. Hemos tenido años difíciles de vez en cuando, pero el daño de este año es, sencillamente, irreparable", se lamenta Vathrakokoilis. "La situación es dramática. Lo triste es que la agricultura en la isla está amenazada de extinción", dice, describiendo la situación actual. Su mirada recorre impotente, casi desesperada, el campo marchito.

Mientras los habitantes de Naxos están preocupados y no saben cómo podrán hacer frente a la situación en el futuro, la mayoría de los turistas de la popular playa de arena de Plaka, a cinco kilómetros al sur del puerto de Naxos, siguen disfrutando de sus vacaciones sin preocuparse por nada.

(ms/ers)