Derechos humanos: el debate y la migración
11 de enero de 2007El quinto aniversario del establecimiento de las cárceles para prisioneros de guerra en la base de Guantánamo fue motivo de un debate no previsto dentro de la clase política alemana. Todo comenzó cuando Günter Nooke, encargado del gobierno federal alemán para los derechos humanos y la ayuda humanitaria, advirtió sobre una excesiva focalización del tema de los derechos humanos.
Cada día se registran miles de violaciones a los derechos humanos en sitios como Darfur, Sri Lanka, Rusia, Cuba, Corea del Norte y Myanmar, dijo Nooke. Dentro de este panorama, "395 prisioneros son tan sólo 395 prisioneros que permanecen en cautiverio sin un proceso debido", agregó.
Además, dijo que existen grupos interesados en presentar la situación de los prisioneros de Guantánamo con un dramatismo que no corresponde totalmente a la realidad. Con todo ello, Nooke se ganó una intensa serie de réplicas a lo largo de este jueves.
Los argumentos
Claudia Roth, dirigente de Los Verdes y una de las antecesoras de Nooke, recalcó que "cada día que pasa sin que sea cerrada la prisión de Guantánamo se produce una erosión del derecho internacional y de la credibilidad de las políticas en materia de derechos humanos". Por ello, calificó a las declaraciones del encargado federal en la materia como "especialmente irresponsables".
Sabine Leutheusser-Schnarrenberger, antigua ministra federal de Justicia y actual diputada por el Partido Liberaldemócrata, dijo que "las violaciones a los derechos humanos no admiten diferencia entre lo malo y lo menos malo. Cualquier relativización sobre el tema de Guantánamo da a los regímenes autoritarios argumentos para violar los derechos humanos".
Otros actores políticos añadieron sus voces al coro de críticas. Pero una cosa quedó en claro: los derechos humanos son ya parte del debate público dentro de las sociedades democráticas de todo el mundo, y también dentro del discurso de la globalización.
Temas de fondo
La discusión tuvo lugar el día en que, como ha informado DW WORLD, se presentó el reporte anual de Human Rights. El documento aborda algunos de los grandes retos originados en los procesos de globalización; para comenzar, se lanza a la yugular de Estados Unidos, país al que acusa de haber perdido toda autoridad moral para encabezar la lucha internacional a favor de los derechos humanos.
Ante esta circunstancia, la ONG considera que "la Unión Europea y las democracias emergentes pueden proveer fuentes potenciales de liderazgo en materia de derechos humanos. Ambas han hecho contribuciones importantes, pero ninguna se desempeña con la consistencia o la efectividad necesarias para llenar el vacío (dejado por Estados Unidos)".
Más protección al trabajo
Otro reto íntimamente relacionado con la circunstancia latinoamericana, y que es señalado en el reporte, es el de la migración. En algunas partes del mundo, el problema se inscribe también dentro de la perspectiva de género: "Entre 50 y 75 por ciento de los migrantes que salen de Indonesia, las Filipinas y Sri Lanka son mujeres; la mayoría esperan ganar más dinero como trabajadoras domésticas en el Cercano Oriente y otras partes de Asia".
Ante esta situación, Human Rights Watch recomienda que "los gobiernos deben neutralizar los nexos entre la pobreza, la migración sin seguridad y las condiciones inadecuadas de empleo a través de reformas a las políticas que ponen a los migrantes a merced de reclutadores informales y contrabandistas de seres humanos".
Es último es algo que suena difícil de poder llevarse a la realidad pero, tal y como concluye la ONG, "la experiencia demuestra que, al reforzar la protección jurídica al trabajo, los gobiernos no pierden, sino que ganan".