Delincuencia en Perú: ¿un problema por negligencia propia?
20 de septiembre de 2023Perú, como muchos otros países en la región, ha experimentado problemas de criminalidad en el pasado, sin embargo, estos problemas alcanzaron un nivel insoportable para el país andino cuando, el pasado viernes (15.09.2023), una discoteca en San Juan de Lurigancho fue atacada por desconocidos con una granada de guerra. Diez personas quedaron heridas, según el Ministerio de Salud.
Este martes (19.09.2023), el Gobierno de la presidenta peruana Dina Boluarte decretó el estado de emergencia en dos distritos de Lima y siete de la norteña región de Piura, seis más de los anunciados ya el lunes, para combatir la inseguridad en las calles con el apoyo de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional.
¿Se apodera el crimen organizado de Perú?
"No se trata necesariamente de un aumento general de la delincuencia, sino de un incremento de los delitos especialmente violentos", señala Robert Helbig, representante de la sede de la Fundación Konrad Adenauer en Perú, en entrevista con DW. En particular, los robos con armas de fuego se habrían vuelto mucho más comunes en los últimos años, explica.
Sin embargo, la tendencia parece ser clara. Según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), El 26,9 por ciento de la población peruana a partir de los 15 años a nivel nacional urbano, fue víctima de algún delito en el primer semestre de 2023. En comparación con los semestres de enero- junio 2021 y enero-junio 2022, esa cifra aumentó en 9,3 y 4,3 puntos porcentuales respectivamente. Y en las ciudades de 20 mil habitantes para arriba, el porcentaje de la población que fue víctima de algún delito fue, en el primer semestre de 2023, aún mayor: un 30,5 por ciento.
Deterioro de la seguridad previsible
Algunos observadores e instituciones como la Defensoría del Pueblo identifican las deficiencias en los sistemas de seguridad como un factor importante para el aumento de la inseguridad ciudadana: la falta de personal policial y vehículos patrulleros en mal estado. "Hay una falta masiva de agentes de Policía para patrullar las calles. El alcalde de San Juan de Lurigancho, por ejemplo, explica que solo hay unos 600 policías en su distrito, de cerca de un millón de habitantes, cuando en realidad debería haber al menos 5.000. Faltan investigadores con los conocimientos necesarios para perseguir digitalmente a los delincuentes. El sistema judicial es completamente anticuado", subraya Helbig.
"La situación en el Perú en términos de seguridad ciudadana es de un acelerado deterioro", constata, por su parte, Alonso Cárdenas, profesor y coordinador de la Maestría en Ciencia Política de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya, en entrevista con DW. Según el politólogo, existen también factores políticos y sociales que contribuyeron a la situación actual: "Las instituciones del Estado que deben velar por la seguridad de los ciudadanos están muy desprestigiadas ante los ojos de las de la sociedad debido a los últimos hechos de violencia, y también por diversos y muy bien documentados casos de corrupción dentro de la misma Policía".
¿Son adecuadas las medidas del Gobierno?
Según el decreto del Gobierno publicado de forma extraordinaria en el diario oficial "El Peruano", durante el estado de emergencia quedan suspendidos los derechos constitucionales a la inviolabilidad de domicilio, libertad de tránsito, libertad de reunión y seguridad personales. Algunos analistas temen un abuso de esos poderes, y que cualquier manifestación podría ser calificada ahora como acto de terrorismo.
"Las medidas del gobierno deben entenderse como un apoyo temporal a la Policía en los distritos problemáticos, pero no constituyen una solución a largo plazo al problema central de la seguridad" opina el representante de la fundación Konrad Adenauer en Perú.
El método Bukele, cada vez más demandado
Cuando se trata de luchar contra la delincuencia en la región, cada vez más ojos miran hacia El Salvador. El controvertido presidente Nayib Bukele se ha convertido en un modelo para muchas personas y políticos con su política de mano dura contra la delincuencia, también en Perú. Sin embargo, según Robert Herbig, la situación en Perú es grave, pero no puede compararse con la de Centroamérica. Además, las acciones del gobierno peruano serían constitucionales.
Alonso Cárdenas, sin embargo, piensa que Perú se encuentra en una "especie de tormenta perfecta" determinada por tres factores claves: el avance de la del crimen organizado, la debilidad de las instituciones y una situación "casi explosiva" en las cárceles del país. Según él, el estado de emergencia actual "es más como para la tribuna que un elemento concreto que pueda ayudar".
(cp)