Del graderío a la calle: el pogromo de Chemnitz y el fútbol
29 de agosto de 2018"Nuestra ciudad – nuestras reglas". Así comenzaba un texto publicado el domingo pasado en Facebook por el grupo "Kaotic Chemnitz". Se trata de un conjunto de hooligans que es catalogado por el gobierno estatal de Sajonia como "extremista de derechas" y que desde 2012 tiene prohibida la entrada al estadio del club Chemnitzer FC, de la cuarta división. "Vamos a mostrar juntos quién manda en esta ciudad", seguía el texto que llamaba a "todos los hinchas y simpatizantes del Chemnitz" a reunirse junto a la estatua de Karl Marx en el centro de dicha localidad, que antaño llevó el nombre del mismo pensador alemán. "Honor, lealtad y pasión por el club y por nuestra ciudad", podía leerse en la convocatoria, que luego fue borrada de Facebook.
¿A qué obedecía el llamado? El alemán-cubano Daniel H. murió el domingo en un hospital, horas después de haber sido atacado con un cuchillo. Los principales sospechosos son un iraquí de 22 años y un sirio de 23. Ambos se encuentran detenidos. ¿Qué fue lo que siguió? Violentas protestas y persecuciones contra personas que a ojos de los atacantes tienen apariencia de extranjeros.
Al igual que en otras ciudades de la desaparecida República Democrática Alemana, en Chemnitz existe una estrecha relación entre seudoaficionados violentos y practicantes de las artes marciales mixtas (AMM). El grupo "Kaotic Chemnitz" fue fundado con el propósito de infiltrar a los grupos de hinchas del Chemnitzer FC.
Los fundadores habían participado en la alianza de hooligans conocida como "HooNaRa", abreviatura de "hooligans, nazis y racistas". Algunos miembros de "Kaotic Chemnitz" también son antiguos militantes de los llamados "NS Boys", otro grupo de hooligans de Chemnitz que se separó en 2004 de la barra "Ultras Chemnitz 99", pese a lo cual fue prohibido oficialmente en 2006 por el club. Supuestamente, las iniciales "NS" corresponden a "Nueva Sociedad".
Pronta movilización
Robert Claus, autor y experto en el fenómeno del extremismo de derechas en el fútbol alemán, dijo al portal noticioso "Watson" que los actuales hooligans y los ultras de derechas en Chemnitz tienen estrecha relación con grupos similares de otras ciudades alemanas como Cottbus. Muchos de ellos son hinchas del FC Energie Cottbus, que en los años recientes han sido noticia por sus consignas antisemitas y por los disturbios que provocan. "Estas alianzas han demostrado varias veces que están en condiciones de movilizar a las huestes de hooligans en muy poco tiempo", señala el experto.
Los estadios a los cuales acuden grandes multitudes al mismo tiempo, son un fructífero centro de reclutamiento para extremistas de derechas y neonazis, en especial en zonas económicamente deprimidas. "El sector violento de las barras tiene experiencia ejerciendo la violencia y sabe cómo organizarse", añade Claus, y agrega que al interior de dichos grupos rigen principios de "darwinismo social" como el llamado "derecho natural". "La tendencia es que dichos principios conduzcan a una ideología de derechas que es afín al pensamiento nacionalsocialista", continúa el experto y añade: "Los hooligans de Sajonia son especialmente políticos."
Entrenando para la calle
Por eso es que el Chemnitzer FC prohibió hace seis años al grupo extremista "Kaotic Chemnitz", cuyos miembros no pueden asistir a los partidos locales del club, ni pueden participar en actividades de los demás hinchas. Sin embargo, en su sitio de Facebook publican regularmente reseñas de los partidos o fotos de los mismos. Su bandera aparece a menudo en imágenes captadas durante los partidos del equipo como visitante.
"Cerramos filas y alzamos el puño por nuestra ciudad. Jamás lograrán destruirnos", dice un texto en el perfil de la página del grupo en Facebook. "Tanto las instituciones del fútbol alemán como el propio Chemnitzer FC podrían hacer mucho más, sobre todo en materia de prevención", dijo Claus al semanario alemán Der Spiegel. "Las prohibiciones no son las únicas medidas que pueden ser aplicadas. La policía debe observar desde una perspectiva más crítica a todos estos grupos." Claus, quien es asesor de la Liga Alemana de Fútbol (DLF), de la Federación Alemana de Fútbol (DFB) y de varios clubes de la Bundesliga en materia de relación con los hinchas, cree que es necesaria una mejor comprensión de las conexiones entre grupos de artes marciales y las barras.
"Sobre todo en Sajonia, muchos hooligans se han profesionalizado en el ámbito de las artes marciales: los neonazis son clientes frecuentes de lugares donde se practican deportes de combate, incluyendo el boxeo.
"Para definir estrategias contra la derecha extrema, es necesario regular de manera amplia la actividad en las arenas donde se practican deportes de combate, así como de las personas que organizan dichos eventos", propone Claus, y se pregunta: "¿Cuáles son sus políticas, y qué valores se proponen transmitir a sus miembros, a fin de evitar que la violencia de derechas llegue a las calles?"
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