¿Dejará Europa de ser el modelo de la libertad de prensa?
27 de octubre de 2009“La libertad de prensa en Europa se tambalea”, titulaba el semanario alemán Focus en su versión digital. “La libertad de prensa se deteriora en Europa“, decía el diario El País. “Preocupación por la libertad de prensa en la UE“, informaba el berlinés Tagesspiegel. Y el semanario The Economist recoge el tema puntualizando su crítica a la intromisión estatal en los medios, sobre todo en Europa del Este.
A la cabeza de una lista de 175 países –ordenados de mejor a peor en cuanto al respeto de la libertad de expresión de los medios no sólo por parte de los poderes estatales- se sitúan 14 países europeos. Sin embargo, que socios de la Unión Europea no cesen de bajar en el ránking llama la atención.
“El número de Estados europeos en los 20 primeros puestos nunca ha sido tan bajo desde que se elaboró por primera vez este índice en el año 2002”, asevera Reporteros Sin Fronteras (RSF), autora de la enumeración.
Europa no es ejemplo
En cuanto a Eslovaquia -que bajó 37 sitios y se ubica ahora en el número 44- el mal resultado se debe a un incremento de la censura por parte del Estado. Bulgaria es la llama más débil en cuanto a libertad de expresión en la UE: este año ha retrocedido nueve puestos y se coloca en el lugar 68.
Croacia y Turquía, dos países candidatos a miembros de la Comunidad, se han precipitado en el último año 33 y 20 puestos respectivamente; el motivo: la censura, a través de leyes reguladoras de la expresión, y los ataques directos a personal de los medios. También España ha bajado siete puestos: ocupa el lugar 46. RSF -organización que lucha por el respeto al artículo 19 de la Convención de los Derechos Humanos de Naciones Unidas- lo atribuye al clima de hostilidad y a las amenazas que para algunos periodistas representa el terrorismo de ETA.
Francia e Italia no paran de descender
“Intranquiliza el hecho que Estados democráticos como Francia, Italia y Eslovaquia año tras año vayan perdiendo terreno”, aseguraba RSF en la presentación de su informe. Europa corre el riesgo, así Reporteros sin Fronteras, de perder su posición ejemplar en cuanto al respeto de la libertad de expresión. Los galos ocupan el puesto 43 en el listado internacional: “La intromisión de líderes de alto rango, como el presidente francés, Nicolás Sarkozy, en la información” ha incidido en la valoración negativa.
Italia ha descendido cinco lugares hasta el puesto 49. Juicios a periodistas, detenciones de reporteros o registros de medios, también ataques directos a informadores han llevado a Roma –en cierta medida también a París- hasta ese lugar. En el caso italiano es “sobre todo la extorsión de los medios por parte del presidente italiano, Silvio Berlusconi, y la intromisión en estos por parte del Estado”, afirma RSF, a lo que se suman las agresiones a los periodistas por parte de la mafia, sí como la publicación de protocolos oficiales de escuchas telefónicas.
El Parlamento Europeo no pudo condenarlo
La delicada situación de los medios en Italia ha dado mucho de qué hablar. Tanto así, que eurodiputados socialdemócratas, liberales y verdes propusieron una moción europea de censura contra el proceder del primer ministro italiano contra la prensa.
La resolución criticaba la "presión e intimidación" gubernamental que sufre esta profesión en Italia. Una falta de respuesta por parte de la UE, así los promotores de la moción de censura, pondría en duda la credibilidad de las instituciones en lo que se refiere a la protección de los derechos fundamentales; es más, la situación en Italia podría tener consecuencias para toda Europa. Por su parte, el grupo conservador en la Cámara comunitaria trató cuanto pudo de evitar la votación con el argumento de que el control mediático no es sólo un problema italiano.
Como fuere, la Italia de Berlusconi escapó a la condena política del Parlamento Europeo. La resolución conjunta de socialistas, liberales, verdes e izquierda unitaria fue rechazada por solo tres votos, y la redactada por el grupo liberal, que también denunciaba esta situación tildándola de "extremadamente preocupante", obtuvo el mismo número de votos a favor que en contra, 338, por lo que tampoco fue aprobada. El resultado final de la votación causó sorpresa y conmoción entre los eurodiputados que la habían propuesto porque los distintos párrafos del texto de la resolución conjunta se habían ido aprobando en el pleno uno tras otro.
Días tristes
De “días tristes para la libertad de prensa en Europa” calificaban diputados europeos los últimos sucesos. Mientras tanto, Jean-Francois Julliard, secretario general de RSF, insistía: “La libertad de prensa se debe defender en cualquier lugar del mundo con la misma fuerza y la misma exigencia". También en Europa.
Autor: Mirra Banchón
Editora: Luna Bolívar Manaut