Declaración de Balfour, ¿germen del conflicto palestino?
2 de noviembre de 2017En 1917, el mundo fue testigo de batallas desgarradoras con tácticas y armas novedosas: gas venenoso, tanques, ametralladoras y bombardeos aéreos. El conflicto llevó a Gran Bretaña y sus aliados al borde de la derrota contra los alemanes.
Después de tres años de batallas desgastadoras, el gobierno británico buscó el apoyo de los sionistas, partidarios de un Estado judío, al anunciar que "favorecería el establecimiento en Palestina de un hogar nacional para el pueblo judío."
Llamada así por el ministro de Asuntos Exteriores británico que la escribió en nombre de su gobierno, la carta de Arthur James Balfour ayudó a sentar las bases legales para lo que luego se convertiría en Israel.
Después de acumular polvo en los libros de historia durante décadas, la declaración de Balfour se ha puesto nuevamente de moda en medio del estancamiento en las conversaciones de paz entre israelíes y palestinos.
"¿Fue la carta positiva o algo negativo?". Eso aún se debate hoy, según cuenta el historiador James Roden, de la Universidad Edge Hill, y miembro del Instituto Universitario Europeo. Pero esa pregunta, según Roden, pasa por alto la amplitud del significado histórico del documento.
"No se ha prestado suficiente atención a por qué todo salió tan mal, ¿cómo es posible que los británicos se hayan equivocado tanto?", pregunta Roden.
El Imperio Británico: ayudando a los sionistas para ayudarse a sí mismo
La lucha del Imperio Británico contra los alemanes y los turcos otomanos en la Primera Guerra Mundial puso de relieve dos cuestiones de importancia inmediata en 1917. En primer lugar, una contribución estadounidense sería esencial para ganar la guerra. En segundo lugar, los británicos necesitaban un aliado confiable cerca del Canal de Suez, su arteria hacia el Océano Índico. Buscar apoyo sionista podía ayudar en ambos aspectos, o al menos eso fue lo que pensaron.
Prometer ayuda para los sionistas en Palestina y al mismo tiempo garantizar los "derechos civiles y religiosos de las comunidades no judías en Palestina", refleja un gran error de cálculo, según Roden.
Los británicos subestimaron a los judíos y los árabes y concluyeron erróneamente que que nunca demandarían realmente la autodeterminación. Por lo tanto, apoyar los objetivos sionistas era servir a sus propios intereses geopolíticos británicos en el Medio Oriente.
Carta insignificante en 1939
El ascenso de Adolfo Hitler y su régimen nazi en 1933 en Alemania, impulsó aún más la inmigración judía a la región controlada por los británicos. En 1936, los disturbios en el área alcanzaron una nueva dimensión: los árabes llevaron a cabo un violento levantamiento conocido como la "Gran Revuelta Árabe" que tuvo como blanco tanto a judíos como a británicos durante tres años y dejó claro a los británicos cuán profunda era la división entre ambos lados.
"La Declaración de Balfour, de hecho, fue completamente insignificante a partir de 1939, cuando los intereses británicos cambiaron rápidamente. En vísperas de la Segunda Guerra Mundial querían a los árabes de su lado contra Hitler", dice el historiador Michael Cohen, profesor emérito de la Universidad Bar-Ilan en Israel.
Años más tarde, las revelaciones de que el régimen nazi intentó exterminar sistemáticamente a la población judía de Europa revitalizaron el apoyo internacional a un un Estado judío. Esta vez, el principal defensor fue el presidente de Estados Unidos, Harry Truman. El 14 de mayo de 1948, el control británico sobre Palestina finalizó, y se proclamó el Estado de Israel.
En estos días, se invoca a Balfour tanto en apoyo a Israel como a los palestinos. La declaración que pasó a la historia con su nombre, como quiera que haya sido concebida en el contexto de 1917, todavía es considerada por algunos como algo más que un acto simbólico que allanó el camino al Estado de Israel.
Autora: Kathleen Schuster (GG)