Decepción internacional por ajedrez armamentista de Putin
15 de julio de 2007
Estados Unidos, la OTAN y varios países europeos han manifestado su decepción por el decreto mediante el cual el presidente ruso, Vladimir Putin, desconoció el Tratado de Fuerzas Convencionales en Europa.
"Estamos decepcionados por la suspensión rusa, pero continuaremos negociando con ellos en los próximos meses acerca de la mejor manera de proceder. Es lo que más conviene a todos, para la seguridad en Europa", dijo un vocero de la Casa Blanca en Washington.
Europa, preocupada
La Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) también se dijo preocupada por estos sucesos, e hizo un llamado para que todos los involucrados en dicho tratado reflexionen acerca de las razones que llevaron a Rusia a tomar esta decisión.
Un tono similar se escuchó desde las cercanías de Bruselas, donde se encuentra el cuartel general de la OTAN. "Es una decisión decepcionante, y sin duda, un paso hacia atrás. La Alianza Atlántica considera que este tratado es una pieza importante para la seguridad y estabilidad en Europa", aseveró un vocero de la organización.
La OSCE, cuya presidencia rotativa recae en España, coincidió. El ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, dijo que los Estados parte deben renovar esfuerzos, y examinar las dificultades del tratado de manera exhaustiva y honesta.
Gorbachov apoya a Putin
El ex jefe de Estado en la desaparecida Unión Soviética, Mijail Gorbachov, consideró que el paso anunciado por Vladimir Putin "es un llamado urgente a entablar el diálogo, así como a implementar los términos del tratado. No se trata de un exabrupto, sino de una respuesta absolutamente justificada a este problema".
Añadió que tanto la instalación de un sistema estratégico de defensa militar en el Este de Europa como la incapacidad de los miembros de la OTAN para sacar adelante una versión actualizada del tratado son razones suficientes para que Rusia suspenda su participación.
"No podría explicarse que Rusia continuara reconociendo este tratado, cuando las demás partes no lo han ratificado", añadió Gorbachov.
El Tratado de Fuerzas Convencionales en Europa pone límites específicos al uso de recursos militares como tanques de guerra, sistemas de artillería, fuerzas aéreas y otros más, en la zona que comprende desde el Océano Atlántico hasta los Montes Urales.
La Comunidad de Estados Independientes, surgida tras el colapso de la Unión Soviética, firmó el Tratado en 1992. Rusia ratificó una versión renovada del documento en julio de 2004. Mientras tanto, otros miembros apelaron al tratado para demandar el repliegue de fuerzas rusas en Georgia y otras regiones.