Debate en Der Spiegel: ¿En dónde comienza el antisemitismo?
16 de julio de 2019"El informe en Spiegel es altamente problemático", dice a DW el encargado del Gobierno alemán para asuntos de antisemitismo, Felix Klein, porque "los autores usan, intencionalmente o no, prejuicios antisemitas, como el de la omnipotente conspiración judía". Y el periodista y bloguero alemán Alex Feuerherdt expresa claramente en el portal sobre el Medio Oriente "Mena-Watch": "Los autores no tienen absolutamente ninguna prueba para la tesis de que la resolución contra el BDS del Bundestag no se habría producido sin la acción de un pequeño pero potente lobby judío”.
El "Movimiento Boicot, Desinversiones y Sanciones” (BDS) es una campaña global que busca aumentar la presión económica y política sobre Israel. Demanda el fin de la ocupación israelí de los territorios árabes, la renuncia a las urbanizaciones ilegales israelíes, el desmontaje de cercos en la Cisjordania y la Franja de Gaza, la plena igualdad de los ciudadanos árabes palestinos que viven en Israel y el reconocimiento del derecho de los refugiados palestinos al retorno. Según el sitio web del BDS, el boicot "ejerce una presión no violenta sobre Israel".
El debate en Alemania comenzó con un artículo publicado el 13 de julio en la revista alemana Der Spiegel titulado "Campaña dirigida". La revista menciona a "dos asociaciones que quieren influir en la política alemana de Oriente Medio", y plantea la tesis de que la aprobación de la resolución del Parlamento alemán contra el movimiento BDS del 17 de mayo de 2019 se debió a su intenso cabildeo.
El 17 de mayo de 2019, el Bundestag condenó al movimiento pro-palestino BDS como antisemita. La propuesta de la Gran Coalición fue respaldada por los Verdes y el liberal FDP.
Como evidencia de la presunta influencia política israelí, los autores de Spiegel presentan, entre otras, las actividades de las asociaciones "WertInitiative" y el "Middle East Peace Forum" (Naffo). Antes de la votación sobre la resolución sobre el BDS, estas habrían "realizado una agresiva campaña para que se clasificara al movimiento BDS como antisemita".
El diputado socialdemócrata Helge Lindh considera eso una exageración. La resolución sobre la prohibición del movimiento BDS tiene una larga historia anterior. "El encargado para el antisemitismo había advertido en repetidas ocasiones al Bundestag para que observara más críticamente al BDS.
Su conclusión: "Si no hubiera existido ese contexto político, la resolución no habría sido aprobada. La influencia de Naffo y WertInitiative está simplemente sobreestimada".
Spiegel responde a las acusaciones
Entre tanto, Spiegel ha expresado su postura sobre las acusaciones. "No le otorgamos más peso político a estas asociaciones que el que ellos mismos se asignan", dice una nota publicada el 15 de julio. En sus protocolos, las asociaciones anotaron que muchos de los "diputados alemanes con los que están en contacto representan posturas de Naffo".
Der Spiegel rechazó tajantemente que su texto utilizara presuntamente prejuicios antisemitas: "El artículo no muestra la imagen ni de un 'lobby judío' ni de una 'conspiración del mundo judío'. La afiliación religiosa o de otro tipo de las personas no es criterio alguno en nuestra cobertura: se trata de cabildeo y sus métodos".
"Prueba de fuego" para el antisemitismo
Para el socialdemócrata Helge Lindh el debate desencadenado por el informe de Spiegel es una "prueba de fuego" para superar los patrones de posturas antisemitas. "Para mí, las políticas de Netanyahu son la razón para no ceder a los patrones antisemitas", dice. Después de todo, la crítica a la política de ocupación del gobierno del primer ministro Netanyahu se dirige a él, "y no a todo Israel, que de hecho es muy plural".
Esta es precisamente la crítica de 240 científicos judíos e israelíes y 16 expertos alemanes en Oriente Medio. Después de la resolución contra el BDS, acusaron al Bundestag de dejarse instrumentalizar. "En la lucha contra el antisemitismo, la resolución no ayuda", dicen en una declaración conjunta, que se publicó el 4 de junio en el periódico Die ZEIT.
Incluso organizaciones humanitarias cercanas a la Iglesia como Brot für die Welt y Misereor, que realizan proyectos sociales en los territorios ocupados, critican la condena parlamentaria al BDS porque temen que esto pueda poner en peligro su trabajo.
El diputado Lindh muestra comprensión y concluye: "No todo al que gusta el BDS es automáticamente antisemita".
(jov/er)
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