Los SUV están de moda y se venden como pan caliente. Lo más práctico es que, para un nuevo SUV, un fabricante pueda recurrir a una plataforma ya existente. Es el caso del Renault Kadjar, basado en el Nissan Qashqai. Pero de afuera nada se parece a su hermano asiático. El Kadjar no solo se presenta con un diseño propio, sino que también es más grande.