De la tercera edad a la mejor edad
28 de agosto de 2007Los días 28 y 29 de agosto, representantes de la política, la economía y la sociedad civil discuten sobre temas como desarrollo urbano y regional, política de personal y la importancia económica del grupo etario de la tercera edad. Pero ésta no se inmuta y se autodeclara no en la tercera, sino en la “mejor edad”.
En Alemania viven hoy 30 millones de personas mayores de 50 y en los próximos años su número seguirá aumentando. En el 2050, sólo uno de cada seis alemanes tendrá menos de 20 años de edad, pero uno de cada tres será mayor de 60.
La clásica pirámide de población se ha transformado en una pera: no una amplia base de habitantes jóvenes domina la estadística, sino el grupo etario de personas de 40, 50 y más años. El dilema demográfico exige respuestas. Y la sociedad ha comenzado a proporcionarlas.
Pero eso es sólo la mitad de la verdad. Como en el caso del tiempo atmósferico, decisivo no es lo que se ve, sino lo que se siente. Y aquí sucede algo insólito: los alemanes se sienten cada vez más jóvenes.
Un cambio de paradigma, exclaman los sociólogos
No hace mucho, las personas mayores de 50 años eran ya “viejas”, hoy se hallan en “la mejor edad”. Un cambio de paradigma exclamaron de inmediato los sociólogos e inventaron un término que va como anillo al dedo: los “best ager”. Científicamente, el término abarca las personas entre 50 y 64 años de edad. Luego vienen los ancianos. Pero a los “best ager” les interesa un comino la terminología: para muchos, la ancianidad tampoco comienza ya a los 64.
Del mundo laboral pasan muchos alemanes hoy directamente a una frenético tiempo libre: viajes, fiestas, deporte y wellness son hoy ya actividades casi obligadas. Casi uno de cada dos alemanes mayores de 50 practica frecuentemente alguna actividad deportiva.
También la movilidad es sumamente importante para los “best ager”: en los últimos diez años, el porcentaje de “best ager” con automóvil pasó del 61 % al 71 %. Unos 4,4 millones de alemanes mayores de 50 planean hoy comprar un coche dentro de los próximos dos años. La industria se adapta a sus necesidades y desarrolla vehículos con buena visibilidad, fáciles de manejar y con anchas puertas para poder entrar y salir del coche con comodidad.
Nuevos medios de comunicación: por supuesto
Internet hace rato que dejó de ser cosa sólo de jóvenes. Para cada vez más personas mayores es un sobreentendido. Hoy, la mitad de los alemanes mayores de 50 utiliza Internet. Hace sólo cinco años era sólo el 16 %.
Como en el promedio de los usuarios, los servicios más utilizados por los “best ager” son el correo electrónico, el acceso a informaciones, las compras en línea y el banco online. Las compras vía Internet de los alemanes mayores de 50 aumentaron un 33 % en los últimos años. Casi el 60 % de los mayores de 50 surfea regularmente en la red.
Hasta hace poco, mostrar personas mayores en los anuncios publicitarios parecía estar prohibido. Hoy casi no hay publicidad sin gente mayor. Antes, una arruga era un horror. Hoy, es un signo de madurez, que se lleva con orgullo. En ello no faltan naturalmente los intereses económicos. Los “best ager” disponen de un gran poder de compra: 200 euros por mes más que el promedio de la población.
Las empresas comienzan a transformarse
Todos los productos que los “best ager” quieren consumir deben ser antes producidos. En vista del problema cada vez mayor que supone hallar personal cualificado, muchas empresas tratan de retener a su personal de mayor edad o vuelven a emplear a personas ya jubiladas.
Al pasado pertenece ya la jubilación adelantada con 55 años de edad. La gran experiencia del personal de mayor edad es vista cada vez más como un importante recurso para las empresas. Y además ahorra dinero: con su gran experiencia, el personal mayor reempleado se integra a las empresas mucho más rápidamente que quienes comienzan su vida laboral.
La situación puede ser calificada sin exagerar como dramática: en Alemania se necesitan por año 14.000 nuevos ingenieros electrónicos e informáticos, pero en las universidad se diploman sólo 7.000. Que hay que recurrir a los “viejos” es obvio.
Dentro de diez años, muchas plantillas de personal tendrán una edad promedio cinco años mayor que la actual. Para poder seguir garantizando una alta productividad, muchas empresas han pasado a acometer activamente el tema: con un asesoramiento interno de salud, estructuras laborales flexibles, puestos de trabajo ergonómicos, un aprendizaje permanente, horarios de trabajo inviduales y una buena comunicación interna.
Y cuando los alemanes no bastan…
Y cuando los alemanes no bastan, hay que recurrir a los extranjeros. Un punto central para las empresas es por lo tanto la política inmigratoria del Estado. Cuántos inmigrantes pueda atraer Alemania y con qué especializaciones determinará en un futuro próximo el volumen de fuerza de trabajo cualificada en el país y con ello también la competitividad de la economía alemana.
La adecuación a las nuevas realidades tampoco se detiene en la cooperación para el desarrollo. El “Senior Experten Service” ofrece a expertos y técnicos jubilados la posibilidad de transmitir sus conocimientos en países en desarrollo y emergentes. Como “expertos sénior” asesoran allí a empresas y forman personal joven. Un sistema del que todos los participantes se benefician.