¿De dónde procede la variante ómicron?
14 de diciembre de 2021A pesar de los escasos datos sobre la nueva cepa de coronavirus ómicron, una cosa está clara: ¡es peligrosa! Debido a sus 50 mutaciones en la proteína de pico, no puede ser reconocida tan fácilmente por las vacunas existentes y escapa en gran medida a la respuesta inmune. Es decir, que las personas vacunadas pueden contagiarse con dicha variante. Es, además, más contagiosa, por lo que puede sobrecargar los sistemas de salud con más rapidez. Ya hubo un fallecido por esta nueva variante y hay pacientes hospitalizados de gravedad. Por eso la vacunación es tan importante.
Apareció de forma paralela a otras variantes
La aparición repentina de esta variante ómicron tan contagiosa es muy interesante para la ciencia, no solo porque se ha desarrollado a partir de otras variantes, sino porque, aparentemente, surgió antes o en paralelo a alfa, beta, gamma y delta.
Debido a que ómicron es tan diferente de las otras cepas, los "parientes" más cercanos del virus son "difíciles de determinar", dice la Dr. Emma Hodcroft, viróloga de la Universidad de Berna.
El árbol genealógico de ómicron en la base de datos Nextstrain, donde los investigadores de todo el mundo guardan sus resultados sobre la secuenciación de virus, muestra claramente que este desarrollo paralelo podría haber comenzado a mediados de 2020. Teniendo en cuenta los datos, los investigadores barajan tres teorías sobre el origen de esta nueva cepa.
Primera teoría: desapercibida en una población aislada
La variante pudo haberse desarrollado en una población aislada, donde el virus ha podido estar circulando durante mucho tiempo con muchas personas infectadas y recuperadas, sin que se pudiese registrar mediante pruebas y secuenciación.
Christian Drosten, jefe de virología de la Charité de Berlín, está a favor de esta teoría, como dijo a la revista Science Magazin: "Supongo que no se desarrolló en Sudáfrica, donde actualmente se está llevando a cabo una gran cantidad de secuenciación, sino en algún lugar del sur de África durante la ola de invierno".
Andrew Rambaut, de la Universidad de Edimburgo, sin embargo, no encuentra esta teoría tan convincente. No se puede imaginar cómo el virus pudo permanecer oculto en un grupo de personas durante tanto tiempo. "No estoy seguro de si realmente hay algún lugar en el mundo que esté tan aislado como para que este tipo de virus pueda transmitirse durante un período de tiempo tan largo sin aparecer en diferentes lugares".
Segunda teoría: ómicron podría haberse desarrollado en un paciente inmunodeprimido
Probablemente podría proceder de alguien cuya respuesta inmunitaria se vio afectada por otra enfermedad o fármaco. Estos podrían ser pacientes con cáncer o con VIH, por ejemplo, porque en las personas inmunodeprimidas, el cuerpo lucha más tiempo contra el virus. Este, a su vez, tiene más tiempo para desarrollar mutaciones con el fin de evadir la respuesta inmune.
Los defensores de esta teoría, como Richard Lessells, de la Universidad de KwaZulu-Natal, se refieren en este contexto a una mujer joven en Sudáfrica con una infección por VIH no tratada, portadora del nuevo coronavirus durante más de seis meses. En ella y en otros pacientes en los que la infección duró semanas o meses, se observaron las mismas mutaciones que también se encontraron en las variantes preocupantes.
Sin embargo, Christian Drosten, teniendo en cuenta toda la experiencia con la influenza y otros virus en pacientes inmunodeprimidos, descarta esta teoría: aunque estas personas desarrollen variantes que escapan al sistema inmunológico, están acompañadas de una serie de otros cambios que afectan a su capacidad de transmisión, y ómicron es, definitivamente, más contagiosa que otras variantes.
Tercera teoría: se desarrolló en el animal y saltó a un humano
El virus también podría haberse escondido en un animal, desarrollarse más allí, y luego, por contacto con los humanos, convertirse en ómicron, la cepa mutada. Esta teoría es defendida por Kristian Andersen, investigador de enfermedades infecciosas en el Institute Scripps Research, California, o el biólogo evolutivo Mike Worobe, de la Universidad de Arizona, en Tucson.
Esta teoría está respaldada por el hecho de que se ha podido demostrar que ciertos animales también se han contagiado con el SARS CoV-2.
Esta es también la razón por la que la mayoría de los investigadores también asumen que el tipo original de SARS CoV-2, que apareció por primera vez hace dos años en Wuhan, China, era de origen animal.
Como evidencia adicional, los defensores de esta teoría citan que el virus en un animal estuvo expuesto a presiones evolutivas completamente diferentes, lo que podría explicar la cantidad de mutaciones nuevas y, a veces, únicas, como ómicron.
(rmr/ms)