De Brasil a Perú: Merkel continúa su viaje latinoamericano

El acuerdo sobre biocombustibles entre Alemania y Brasil ya está firmado. La canciller alemana, Angela Merkel, le pidió a Luis Ignacio Lula da Silva que proteja la selva amazónica de la expansión de cultivos para la producción de biogasolina. El presidente brasileño le aseguró que entre 2004 y 2007 las talas de árboles en la región del Amazonas se redujeron en un 59%.

Mencionados los requisitos ecológicos, con el tratado de cooperación energética en el bolsillo la canciller emprendió el viaje hacia Sao Paulo, donde la automovilística alemana Volkswagen, en la que en su día Lula fuera sindicalista, monta vehículos dotados con motores flexibles, maquinarias capaces de funcionar con todo tipo de carburantes, también con los “bio”.

Biogasolina, pobreza, comercio mundial

Las cifras que maneja Lula sobre el impacto socioecológico de las plantaciones de soja o caña de azúcar no coinciden con las de las ONG y los grupos verdes. En Sao Paulo, Merkel exigió del presidente brasileño una “exposición transparente de todos los datos”. El tema no queda zanjado, sino que continuará en la Cumbre de la Unión Europea y América Latina y el Caribe que se inicia el viernes en Lima.

La capital peruana es, por tanto, la siguiente etapa de la canciller en su gira latinoamericana. En el evento transoceánico, al que acudirán delegaciones de los 27 Estados miembros de la UE y 33 de América Latina, se tratarán, principalmente y además del debate en torno a los biocombustibles, el modo en que Europa puede contribuir a combatir la pobreza en el subcontinente, y el espinoso asunto del comercio mundial.

Para la canciller, la lucha contra la pobreza ocupa un lugar destacado, y sobre ella hablará en uno de los foros de la Cumbre. En cuanto a la liberalización de los mercados internacionales, sobre todo los agrícolas, alrededor de los cuales gira la mayor parte de la discordia, Merkel habló en Brasil de la necesidad de buscar un “camino intermedio” que discurra entre el interés alemán de exportar más y el interés brasileño (léase latinoamericano) de que se importe menos.

La canciller también apeló en lo que al comercio mundial se refiere a Estados Unidos. Los norteamericanos deben mostrar mayor disposición a la hora de impulsar la Ronda de Doha y sacar las negociaciones del atolladero. “Lo que a veces se escucha en la campaña electoral estadounidense no es muy alentador”, se quejó Merkel.

“Incluso al grosero de Chávez”

Aún en tierra brasilera, Merkel dijo que en Lima saludará amablemente a todos los participantes en la Cumbre UE-América Latina, con lo que la canciller descarta la posibilidad del desaire hacia Hugo Chávez. El presidente venezolano ha dado a conocer su participación en el evento, y Lula dijo estar seguro de que, cuando Merkel y Chávez se vean las caras, hablarán sobre el reciente intercambio dialéctico y solucionarán el enfrentamiento.

Finalizada la Cumbre, que durará hasta el día 17, la canciller visitará Colombia y México, clausurando con estos dos países su estancia en la región. En un editorial del pasado martes, el diario alemán Süddeutsche Zeitung criticaba que Merkel haya escogido en su recorrido por América Latina, a excepción de Brasil, sólo países de gobierno conservador. “El giro político en Latinoamérica es una realidad, la mayoría de los electores se sienten perdedores de la globalización”, escribe el periódico, “si la UE quiere mejorar las relaciones, tiene que tener en cuenta este fenómeno. E incluso al grosero de Chávez”.

A presidentes como el boliviano Evo Morales Merkel no les honrará con su presencia, pero la canciller dice que buscará con ellos el diálogo al margen de la Cumbre en Lima. Por lo menos, alegan los defensores del plan de viaje, la canciller acude a la cita peruana. No puede decirse lo mismo de otros mandatarios, como el italiano, el francés o el británico.

Pero también en este punto se encarga la prensa germana de recordarle a la cancillería que, tras seis años de ausencia y un sin fin de visitas a Asia en ese tiempo, ya era hora de que Merkel se dejara ver por estas latitudes. “La economía en Centro y Sudamérica crece […] Sería negligente dejar pasar una oportunidad para invertir como ésta. China podría agradecerlo, y como en África arrasar con el mercado”, opina el rotativo Neue Osnabrücker Zeitung.

Merkel no viaja en vano acompañada de representantes de medianas empresas alemanas. Sólo en Brasil, 1.200 compañías de origen germano ocupan a 250.000 personas. 10.600 millones de dólares facturó Volkswagen do Brasil en 2007. Brasil es el país con más presencia de filiales alemanas fuera de la propia República Federal, lo que no significa que las posibilidades de negocio estén agotadas.