De Alemania a México: el regreso de las esculturas mayas
27 de mayo de 2021En noviembre de 2020, una patrulla de policía toca a la puerta de una granja en Klötze, Sajonia-Anhalt, este de Alemania. Los agentes piden ser llevados al sótano. Allí, según la Policía, debería haber dos fusiles de la Segunda Guerra Mundial desde el año 2007. Pero la sorpresa de todos fue inmensa, cuando, junto con las armas, fueron descubiertos 13 objetos de la cultura maya de hasta 1500 años de antigüedad.
"Estos hallazgos son producto del colonialismo europeo en Sudamérica en los siglos XV, XVI y XVII", afirma Nikolai Grube, profesor de Estudios de la América Antigua en la Universidad de Bonn. Los arqueólogos de Sajonia-Anhalt habrían sido seguramente los últimos en excavar en busca de tesoros artísticos de las antiguas culturas maya y teotihuacana.
Estos tesoros de las culturas precolombinas no acaban por casualidad en el sótano de una granja en Alemania. Nikolai Grube, de la Universidad de Bonn, confirmó la autenticidad del hallazgo; sólo una pieza resultó ser falsa. Los tesoros proceden de excavaciones ilegales en México y Guatemala, y probablemente fueron adquiridos en un mercado pirata. Según el experto, habrían alcanzado una suma de seis cifras si se vendieran.
El anterior propietario de la granja, de 66 años, no puede ser procesado por ello. La Ley de Protección de los Bienes Culturales no existía en el momento del crimen: en Alemania, apenas en 2016 entró en vigencia la Ley de Restitución de Bienes Culturales, que rige desde 2017 en la Unión Europea.
Arte robado, colonialismo y responsabilidad
El arte robado y su restitución, el colonialismo y la responsabilidad, no sólo conciernen a los arqueólogos. Nos conciernen a todos. Según Florian Helfer, asistente de investigación en el Instituto de Historia de la Universidad de Bonn, esta conciencia aún no ha llegado suficientemente a la sociedad. "La tematización del colonialismo en la escuela sirve para explicar la Primera Guerra Mundial. Esto significa que la configuración del colonialismo sobre el terreno ya no desempeña prácticamente ningún papel", explica en entrevista con DW.
Sin embargo, la cuestión de cómo lidiar con el arte robado se está convirtiendo cada vez más en el centro del interés académico y público en Alemania. Y con ello, también aumentan las exigencias de restitución. Recientemente, el historiador Götz Aly examinó el caso de un magnífico barco del Foro Humboldt que fue hurtado en los Mares del Sur. En declaraciones a la emisora Deutschlandfunk, dijo que era importante contar la verdadera historia de estos tesoros culturales en el museo en su exposición misma: "Para demostrar que uno está dispuesto a aclarar", dijo Götz Aly, y agregó que hay que crear claridad, aunque "algunos siguen intentando liberarse del tema invitando a uno o dos becarios africanos o indígenas a Alemania".
En el caso de las esculturas mayas encontradas en Sajonia-Anhalt, esa cuestión no se plantea. Los objetos de arte de las culturas maya y teotihuacana siguen en la bóveda de la gobernación del estado federado en Magdeburgo, pero pronto volverán a casa. El jefe de gobierno de Sajonia-Anhalt, Reiner Haseloff, los entregará a los embajadores de México y Guatemala al margen de una reunión del Consejo Federal, este 28 de mayo de 2021.
Los indígenas y su arte siguen siendo despreciados en América Latina
En la Guatemala de hoy, alrededor del 40% de la población pertenece a la etnia de los mayas. En el norte del país se encuentra la ciudad de Tikal, uno de los antiguos centros de poder de la civilización maya. Cerca de Ciudad de México se encuentra también la enorme ciudad en ruinas de Teotihuacán, centro de una cultura que dominó Centroamérica en el primer milenio después de Cristo.
Pero lo que parece un simple caso de restitución exitosa resulta ser más complicado. Nikolai Grube, profesor de estudios de la América Antigua en la Universidad de Bonn, duda de que los legítimos herederos de estos artefactos sean los museos e instituciones culturales de Latinoamérica. Y dice a DW que "los herederos legítimos son los pueblos indígenas de América Latina. Sus antepasados crearon estos bienes culturales. Pero hoy en día ni siquiera se les permite hablar su lengua; esta no aparece en la escuela, su cultura no forma parte de la vida nacional. Existe un verdadero tipo de apartheid. Los miembros de la población indígena viven en la pobreza, en el campo o en las favelas de las grandes ciudades. Las instituciones culturales funcionan sin su participación".
(jov/cp)