Dark Web: el lado oscuro de Internet
9 de diciembre de 2020Es casi imposible no dejar huellas en internet y, por lo tanto, revelar mucha información personal. La Internet "normal", a menudo comercial, vive del comercio con estos datos, que la mayoría de los usuarios conoce desde hace unos 20 años.
Los usuarios entregan sus datos a las principales plataformas de internet cuando quieren saber cómo llegar más rápido de A a B, por ejemplo, con la ayuda de un sistema de navegación o un proveedor de mapas. A los usuarios se les suele pedir estos datos con cortesía y en letra pequeña. A veces estos datos se sacan en secreto de sus bolsillos y a menudo los datos que se creían seguros terminan en el ojo público porque han sido mal protegidos.
Ciberdelincuencia
Si estos datos caen en manos equivocadas, las consecuencias pueden ser fatales. Las filtraciones de datos facilitan cada vez más a los ciberdelincuentes la tarea de cometer delitos graves mediante la manipulación de identidades, información de tarjetas de crédito u otra información confidencial.
Pero no solo los delincuentes, sino también los Estados tienen un gran interés en la enorme cantidad de datos de internet. Porque si estas piezas del rompecabezas se arman correctamente, el resultado es un perfil muy preciso de cada persona, el sueño de todos los Estados de vigilancia.
Más que un lugar para los criminales
Quien navega en "internet normal", no sabe mucho sobre la Dark Web, a lo sumo supone que allí se comercia con drogas, armas y pornografía infantil. Claro que la Dark Web también es un lugar de ideal para los criminales, pero no es tan siniestra como su reputación. Después de todo, hay buenas razones para moverse en estas redes anónimas, no reconocidas por los buscadores de datos comerciales o los regímenes invasivos.
Para las personas en Estados autocráticos, estos datos representan un gran peligro. Si un gobierno prohíbe el acceso a la información libre, leer las noticias de la BBC o DW puede ser tan sospechoso como intercambiar opiniones en las plataformas sociales.
En muchas regiones del mundo, los activistas de los derechos civiles, los periodistas y las minorías sociales en particular deben temer las peores represalias si sus huellas digitales se hacen visibles en internet, ya sea debido a la vigilancia del Estado o a plataformas de internet que no protegen adecuadamente los datos de los usuarios.
Protección múltiple a través del sistema de la cebolla
Quien quiera entrar en la oscuridad sin control estatal necesita un software de acceso especial. Este abridor de puertas es para la mayoría el navegador Tor, una abreviatura de "The Onion Router" (el enrutamiento de cebolla). Esta referencia a la cebolla viene de las tres capas que rodean los datos reales, haciéndolos anónimos. Tor es una enorme red informática que transmite datos de un lado a otro hasta que el emisor y el receptor ya no pueden ser rastreados.
Dado que el acceso a la red Tor puede bloquearse con relativa facilidad, como ha ocurrido durante años en países como China, el Irán y, más recientemente, Bielorrusia, Tor ofrece acceso a través de los llamados Bridges ("puentes"). Estos son computadoras que proporcionan el primer salto a la red Tor y tienen direcciones IP que cambian frecuentemente. Esto significa que la entrada a la red Tor ya no puede ser bloqueada. Para asegurarnos de que no se note que se trata de una comunicación Tor más adelante, los paquetes de Internet se camuflan adicionalmente.
Para acceder al la página "normal” de la Deutsche Welle (dw.com), se sale de la red Tor por un Exit Node ("nodo de salida”). Al monitorear los nodos de entrada y los nodos de salida, se puede eludir la anonimización de Tor. Si se usa una herramienta de tipo Onion en su lugar, el desvío a través de un nodo de salida no es necesario y el sitio web puede ser visitado con seguridad dentro de la red Tor. Además, las páginas web del servicio Onion se cargan aún más rápido con el navegador Tor porque la ruta adicional a través del nodo de salida ya no es necesaria.
¿Quién usa a Tor para qué?
Los investigadores de las universidades de Virginia Tech y Skidmore en el estado de Nueva York querían saber quién estaba usando realmente la red Tor y a qué contenido se estaba accediendo. Para ello, utilizaron su propio servidor, un nodo de entrada ("Entry Guard”), que es una de las tres capas de cebolla anonimizada de Tor. Ninguno de los tres servidores sabe quiénes son el remitente y el destinatario, cada uno tiene solo un conocimiento parcial.
El nodo de entrada no registra mucho sobre el usuario, pero puede adivinar si el usuario está accediendo a una dirección web fuera de la red Tor que sería accesible con un navegador normal, sin usar el navegador Tor. O si el usuario está accediendo a un llamado Onion-Service ("servicio de cebolla”), es decir, sitios web que terminan con el dominio ".onion" y que no son accesibles fuera de la red Tor.
Los resultados del estudio estadounidense fueron sorprendentes: el 93 por ciento de todos los sitios web a los que se accedía a través de Tor eran sitios web de libre acceso que en realidad no requerían Tor. Así que obviamente, los usuarios están más preocupados por proteger su privacidad. Solo el 6,7% usó Tor para visitar los sitios con el dominio ".onion".
Fuentes importantes de información en los países autoritarios
El estudio de los investigadores estadounidenses asume que la mayoría de los sitios ".onion” ofrecen contenido ilegal, porque con ese dominio el proveedor del sitio web también puede permanecer anónimo. Así que quien usa direcciones que terminan en ".onion”, busca drogas, armas o pornografía infantil, suponen los investigadores estadounidenses.
Sin embargo, los proveedores de contenidos serios en la Dark Web no quieren aceptar esta interpretación extremadamente simplificada. Los proveedores de información como la BBC, el New York Times o BuzzFeed operan oficialmente sitios web en la red Tor. Y Deutsche Welle también es accesible con el navegador Tor en dwnewsvdyyiamwnp.onion.
Los proveedores de información como la BBC, el New York Times o la Deutsche Welle ofrecen con sus sitios web Onion un servicio especial para las personas de países con restricciones a la libertad de prensa y vigilancia estatal. Sus visitas permanecen absolutamente anónimas y no dejan rastros. Además, el sistema Tor no permite bloquear sitios web.
¿Fallo en el objetivo?
Según el estudio estadounidense, los sitios web de servicios Onion se consultan con mucha menos frecuencia (4,8 por ciento) en los países con una libertad de información muy restringida que en las democracias libres (7,8 por ciento). Sin embargo, el estudio no tiene en cuenta explícitamente el uso de los Bridges, que son utilizados por personas de países con libertad de información limitada. En estos países, los accesos por VPN se utilizan a menudo en conjunto con Tor, lo que tampoco se consideró en el estudio.
Así que el estudio estadounidense no arrojó mucha luz sobre la Dark Web. Al menos muestra que más del 90 por ciento usa la red Tor para proteger su privacidad cuando visitan sitios web "normales".
En los rincones realmente oscuros de la Dark Web, se siguen llevando a cabo actividades ilegales. Sin embargo, si se cerrara de una vez toda la red Tor, los activistas de los derechos civiles, los activistas de la oposición y los periodistas de los países no libres también se verían privados de toda comunicación segura e información independiente.
(gg)