¿Cómo frenar a los neonazis?
21 de septiembre de 2006El triunfo que logró el Partido Nacional Democrático (NDP) en las elecciones regionales de Mecklenburgo- Pomerania Occidental, el 17 de septiembre, ha vuelto a poner en primer plano la discusión sobre cómo frenar el avance de la extrema derecha. Con un 7,3% de los votos, se convertirá en la cuarta fuerza del parlamento local. El arrastre que esta agrupación de tendencias neonazis tiene entre la juventud resulta particularmente inquietante: el 17% de aquellos que concurrieron por primera vez a las urnas en dicho estado federado le entregaron su voto.
Peligro neonazi
La situación preocupa principalmente en el este de Alemania, pero no sólo allí. Envalentonado por los últimos resultados electorales, el presidente del NPD, Udo Voigt, anunció que el partido se propone ahora emprender la conquista de la parte occidental de Alemania. Su objetivo es entrar en el año 2008 en los parlamentos regionales de Baviera y Hesse y, un año más tarde, en el parlamento federal (Bundestag).
Aunque tales pretensiones puedan sonar un tanto delirantes, lo cierto es que el peligro existe. Y es grande, según un analista de Der Spiegel, que considera que "el éxito obtenido por el NPD en Mecklenburgo- Pomerania Occidental es sólo el comienzo". En su artículo destaca que, durante la última campaña electoral, los neonazis no sólo perturbaron los actos públicos de sus adversarios políticos, sino que incluso persiguieron a algunos hasta las puertas de sus casas, utilizando el amedrentamiento como parte de su programa político. Más aún, comparando al NPD con otros partidos europeos de ultraderecha, el analista indica que, pese a todas sus sandeces, ni siquiera en el Frente Nacional de Jean Marie Le Pen se considera que el nacionalsocialismo haya sido una fase que se pudiera reeditar.
Complejo mecanismo de defensa
¿Cómo puede defenderse el Estado de Derecho alemán de esta amenaza? Algunos consideran que el combate debe librarse en el marco de las ideas, con las armas de la argumentación. Otros, en cambio, vuelven a pensar en la posibilidad de prohibir el funcionamiento del NPD. Pero eso no nada fácil La única instancia que puede determinar su proscripción es el Tribunal Federal Constitucional, tras un exhaustivo proceso. Y allí el gobierno alemán ya sufrió un bochorno con una iniciativa semejante.
Sin pronunciarse sobre el fondo del asunto, el Tribunal Constitucional sobreseyó el proceso en el año 2003, por problemas formales. Éstos se derivaron del hecho de que los organismos de inteligencia habían infiltrado en el NPD con numerosos informantes, al punto de que el 15% de los miembros del directorio del partido recibían pagos del servicio secreto. Según los jueces, estos agentes encubiertos podrían haber influido en la radicalización del NPD para acumular argumentos en favor de su proscripción. El caso terminó pues con un bullado escándalo para las autoridades alemanas que ahora, probablemente, lo pensarán dos veces antes de intentarlo de nuevo.