¿Cómo acabar con el narcotráfico?
26 de agosto de 2010El hallazgo de una fosa con los cadáveres de 72 personas, entre ellas 14 mujeres, víctimas de mafias del narcotráfico, marca por ahora un nuevo punto culminante en este arrebato de violencia que ha hecho correr la sangre a raudales en México. Se estima que unas 28 mil personas han muerto desde que el presidente mexicano, Felipe Calderón, declaró la guerra a los carteles de narcotraficantes, hace casi cuatro años. Una guerra que, a todas luces, las autoridades distan de estar ganando.
En medio de este violento marasmo, se aviva la discusión sobre cómo acabar con la Hidra del narcotráfico, esta serpiente de mil cabezas a la que la fuerza policial y militar no logra decapitar. Y vuelve a ponerse sobre la mesa la propuesta de legalizar las drogas, planteada esta vez nada menos que por el ex presidente Vicente Fox.
Secar la fuente del dinero
La premisa parece simple: la legalización de las drogas haría caer abruptamente su precio y arruinaría el negocio a los narcotraficantes, restando a la vez sustrato a la violencia. “La idea básica es que la prohibición de la droga crea más problemas de los que intenta solucionar. Debido a la prohibición, tenemos por ejemplo un mercado negro”, dice Max Plenert, miembro del directorio de la juventud de Los Verdes y portavoz del grupo de trabajo dedicado a la política con respecto a las drogas. A su juicio, “si ese mercado se regulara estatalmente, se podría despojar de la fuente de dinero al crimen organizado y, en un país como México, a los poderosos carteles de la droga”.
Similar es la apreciación del político liberal suizo Dick Marty, miembro del Consejo de Europa, quien demanda la liberalización de la droga a nivel mundial. En una entrevista con el periódico austriaco Kurier, afirmó que la prohibición “ha conducido a un fracaso total”. En su opinión, sería preferible invertir en prevención el dinero que se emplea en la lucha contra el narcotráfico. Marty no cree que la baja del precio de la droga incremente el consumo sostenidamente. Por lo demás, también se requirió valor para levantar la ley seca en Estados Unidos en su época.
Alemania y Europa
En Alemania, la discusión sobre la legalización de drogas no está en primer plano. Sólo se desarrolla en algunos círculos políticos o académicos, como el Schildower Kreis, que considera que la política de “prohibición ha fracasado, es dañina y cara”, según consta en su manifiesto publicado en Internet. Los Verdes han hecho propuestas para liberalizar el cannabis, pero tampoco han llegado mucho más allá.
A nivel europeo hay algo más de movimiento en la materia. La República Checa adoptó desde enero una de las legislaciones más liberales de Europa en la materia. No sólo se permite la tenencia de determinadas cantidades de marihuana, sino también de algunas “drogas duras”: cuatro tabletas de ectasy, 5 de LSD, un gramo de cocaína o 1,5 gramos de heroína. El tráfico de drogas sigue estando prohibido, pero la norma es incluso más liberal que la de Holanda, donde también se inició un debate, después de que un grupo de políticos y científicos enviara en mayo una carta abierta pidiendo la legalización. En ella se indica que los delitos relacionados con las drogas cuestan a Holanda más de 15.000 millones de euros al año.
Mercados legales
Entre 500 y 1000 millones de euros anuales se destinan en Alemania sólo a la represión del consumo de cannabis, calcula por su parte Max Plenert. En su opinión, el problema se debería acometer en dos flancos a nivel internacional. En primer lugar, aboga por dejar de criminalizar a los consumidores. Y, en segundo, se debería “ofrecer a los países donde se cultivan materias primas para drogas como Afganistán, México o Colombia, formas legales de venderlas”. Por ejemplo, menciona la idea de que la comunidad internacional comprara directamente opio a los campesinos afganos, para producir con ellos fármacos contra el dolor. “El mercado colapsaría y tendríamos menos guerras de narcotráfico en el mundo”, afirma, acotando “creo que ese es un objetivo al que podríamos aspirar”.
Sin embargo, la voluntad política para dar semejante paso aún no se vislumbra. Y mientras no se aúnen voluntades a nivel internacional, el debate probablemente no de frutos. Así lo ve al menos el presidente Felipe Calderón, quien señaló en palabras citadas por el diario Crónica, que “el precio de la droga no lo fija México, sino los consumidores en Los Ángeles, Nueva York, Chicago o Texas”. Por eso, mientras las drogas sigan siendo ilegales en el mundo o al menos en Estados Unidos, la idea de la legalización en México es a su juicio “simplemente absurda”.
Autora: Emilia Rojas
Editor: Pablo Kummetz