¿Cuánta corrupción cabe en Alemania y en la UE?
20 de enero de 2012
Para fomentar la unión entre los países europeos se necesita reconocer los puntos débiles y fuertes de cada uno y hablar de ello, afirmó recientemente la canciller alemana, Angela Merkel, al ser preguntada acerca del futuro de la Unión Europea. Con esa misma idea de base, la UE se propuso en octubre de 2010 abordar el delicado y peligroso tema de la corrupción en los entonces 26 países de la UE. El proyecto, ejecutado por Transparency International (TI) con dinero comunitario, indaga en la eficiencia de los esfuerzos de cada país para evitar la corrupción. El método: el sistema de integridad nacional desarrollado por la organización internacional.
“Trece campos e instituciones de la política, la economía, la sociedad y la cultura han sido analizados teniendo en cuenta sus estructuras, recursos y medidas para evitar la corrupción”, dice la presidenta deTI en Alemania, Edda Müller. El procedimiento fue presentado en Berlín con resultados muy buenos para este país.
Alemania, no está mal…
En una escala del cero al 100, los tribunales de cuentas y los poderes judiciales recibieron una puntuación de 94 y 88 respectivamente. Los partidos políticos, con 70 puntos, y la administración pública, con 71, alcanzaron los peores resultados. En general, Alemania se beneficia de su estructura federal; por ello es menos vulnerable a la corrupción que Estados básicamente centralistas, opina Müller. No obstante, baches y espacios para mejorar sí que hay.
Así, es criticable que Alemania todavía no haya ratificado la convención contra la corrupción de Naciones Unidas del año 2005; el motivo: las modificaciones legales para el caso de soborno a diputados no han sido realizadas aún. Falta también implementar algunas medidas anticorrupción sugeridas por la OCDE y el Consejo de Europa. En este contexto, TI ha elaborado el catálogo “84 medidas para una república íntegra”.
… pero puede ser mejor
En el catálogo se incluye exigencias concretas por cada uno de los 13 campos investigados. Hay once en el campo de la economía y dos medidas anticorrupción. En cuanto a los partidos políticos, TI propone una enmienda en la ley de financiación con relación a las donaciones. En el ramo de medios, la organización afirma que debido a presiones económicas las condiciones de los periodistas han empeorado. Se detecta además una conciencia débil del significado de la lucha contra la corrupción; con frecuencia se la entiende más como un problema jurídico.
El cargo del presidente de la república no fue analizado, informa Dieter Korczak, miembro del grupo de investigadores. “El presidente federal alemán está por sobre todo”, puntualizó Korczak. Con todo, los recientes acontecimientos en torno a Christian Wulff –el presidente alemán actualmente en entredicho- han planteado interesantes cuestiones en cuanto a posibles ventajas a través de terceros. Lamentablemente, así TI, el caso Wulff ha afectado el desarrollo positivo de la transparencia como medio de la lucha anticorrupción. Por otro lado, el reciente escándalo ha fortalecido en la nación la exigencia de claridad.
Francia, Gran Bretaña, Dinamarca
El catálogo de exigencias del Informe acerca de la Integridad Nacional ha sido enviado a los partidos políticos del Parlamento Alemán. En algunas semanas se presentarán los informes de Francia, Gran Bretaña y Dinamarca. De juicios y comparaciones acelerados advierte Müller: los sistemas nacionales difieren mucho entre sí, cada país tiene sus propias tradiciones y estructuras políticas demasiado diferentes para compararlas.
En una segunda etapa del proyecto de la UE, se trata de implementar procedimientos piloto a nivel nacional para prevenir y combatir la corrupción. Las experiencias de éstos serán aprovechadas en otras fases y en los otros países.
Autor: Kay-Alexander Scholz/Mirra Banchón
Editor: Enrique López