Cumbre sobre el zika: en busca de una respuesta regional
2 de febrero de 2016A unas horas de que comience en Montevideo una cumbre regional sobre la emergencia sanitaria provocada por la expansión del virus zika, el mensaje del Fondo de Población de las Naciones Unidas es claro: no existe relación científicamente comprobada entre dicho virus y los casos de microcefalia en recién nacidos. Pero al mismo tiempo, como manifestó el pasado lunes la directora general de la Organización Mundial de la Salud, Margaret Chan, hay una “fuerte coincidencia espacial y temporal” entre ambos fenómenos. La funcionaria insistió ese día en que se necesita una respuesta internacional coordinada para hacer frente a un virus que alcanza por el momento a 24 países.
Uno de ellos es Paraguay. Ahí, las autoridades emitieron desde enero pasado una alerta epidemiológica que ha permitido contener el alcance del virus, principalmente en Pedro Juan Caballero, en una zona colindante con Brasil. Según reportes oficiales, en Paraguay solo se han registrado seis casos del virus zika. La cifra y la ubicación del brote son confirmadas a DW desde Asunción por el representante de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Paraguay, Dr. Carlos Castillo Solórzano. “Para saber exactamente dónde está circulando el virus, el ministerio de Salud está haciendo búsqueda activa de los casos. Las muestras se están procesando en el laboratorio. Hasta ahora, de algunos departamentos ha salido un resultado negativo”.
Una cumbre para coordinar esfuerzos
Pero aparte de los seis casos detectados podría haber muchos más: entre 1.000 y 2.000, según afirmó el ministerio de Salud Pública de Paraguay, citado por la agencia Reuters. Por el momento, las campañas sanitarias en Paraguay se centran en el combate al mosquito vector, así como en la eliminación de los factores que propician su propagación.
Los peligros, aunque son latentes, no son menores. Por una parte, el 80 por ciento de los casos de zika puede ser asintomático, apunta el ministerio paraguayo de Salud. Por otro, hay la posibilidad de que el virus del zika afecte a mujeres embarazadas y a los bebés en gestación. La OPS propone un catálogo de medidas (escuche el audio completo de la entrevista). “La primera consiste en eliminar los criaderos. Si no tenemos mosquitos no hay virus y por tanto, no hay enfermedad”, indica Castillo Solórzano. La segunda medida implica una serie de medidas de protección, como usar ropa larga y preferentemente de colores claros, agrega.
En cuanto a la cumbre de este miércoles en Montevideo, el representante de la OPS y la OMS en Paraguay afirma que permitirá coordinar mejor la respuesta ante el zika. “Hemos estado viendo que los diferentes países están adoptando cada uno sus propias recomendaciones”, afirma. El encuentro es una oportunidad para resaltar, por ejemplo, que “en este momento no deberían existir restricciones de viaje o comercio con los diferentes países”, dice el entrevistado.
También se pueden compartir los datos de cada país “a fin de que todos manejen el mismo método epidemiológico, se utilicen los mismos reactivos y los mismos procedimientos”. Esto permitirá, en opinión de Castillo Solórzano, conocer mejor cuál es la magnitud del virus del zika en los países participantes.
¿Cambios en cuanto al aborto?
La posibilidad no confirmada científicamente de que el virus del zika cause microcefalia en bebés de mujeres infectadas trae consigo una pregunta: ¿tendrían estas madres opción de abortar, en caso de que corroborarse tal causalidad? En Paraguay, el aborto está penalizado. La ley correspondiente “solamente tiene una excepción, cuando la vida de la madre está en peligro, según el Artículo 109 inciso 4 del Código Penal”, dice a DW la abogada Elba Nuñez, del Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de las Mujeres (CLADEM). La especialista considera que Paraguay “es uno de los países más atrasados de la región” en esta materia.
Núñez critica la recomendación emitida por el ministerio de Salud de Paraguay en cuanto a que las mujeres en edad fértil evalúen “la posibilidad de posponer el embarazo mientras dure la circulación activa del virus” del zika por el país. “En este caso, me parece que el Estado paraguayo no ha promovido el debate”, agrega. Núñez considera que en Paraguay, donde en 2015 a una menor de 11 años no se le permitió interrumpir el embarazo tras ser violada y embarazada por su padrastro, hay grandes resistencias en cuanto a la despenalización del aborto, causadas en parte por “la influencia fundamentalista religiosa que tenemos en Paraguay, a pesar de que somos un Estado laico”. Además, Paraguay es uno de los pocos países de la región que no cuenta con una ley de salud sexual y reproductiva, dice la entrevistada.
La recomendación de las autoridades paraguayas para posponer los embarazos a causa del virus del zika, dice Núñez, “es una falta de reconocimiento de la autonomía de las mujeres a decidir sobre sus cuerpos.” DW consultó en repetidas ocasiones al ministerio de Salud de Paraguay, pero ningún funcionario de esa dependencia hizo declaraciones a nuestra emisora.